Las inmobiliarias de Santiago piden regular los pisos turísticos ante la escasa oferta en alquiler

Lucía Blanco SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

El «boom» por las viviendas de uso turístico ha reducido la oferta de pisos para alquilar.
El «boom» por las viviendas de uso turístico ha reducido la oferta de pisos para alquilar. PACO RODRÍGUEZ

El sector señala el alza de precios como consecuencia de la falta de viviendas

12 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En pleno mes de agosto, temporada alta, muchos usuarios de viviendas de uso turístico (VUT) se han quedado sin alojamiento. El motivo: las cancelaciones de los propietarios tras recibir notificaciones de sanción por parte de gobierno local. La polémica por la regulación de este tipo de viviendas continúa siendo motivo de controversia y enfrentamiento entre el consistorio y los dueños de los pisos, representados por el colectivo Aviturga (Asociación de viviendas de uso turístico de Galicia), que defienden que es suficiente el título habilitante del gobierno autonómico para poder operar.

Sin embargo, para el sector inmobiliario «no existe debate, la normativa dice que para tener una vivienda de uso turístico es absolutamente obligatorio que exista la doble licencia, tanto la Xunta como la del Concello, por lo que las que no tengan la licencia del Concello no pueden trabajar o estarían operando al margen de la legalidad», explica Carlos Debasa, presidente de la Asociación Gallega de Inmobiliarias (Agalin).

Desde el colectivo fomentan una plataforma para la regulación de las viviendas de uso turístico de Galicia, en la que están otras organizaciones como Hostelería Compostela, Hostelería Punto Gal, así como asociaciones de vecinos, estudiantes y la propia Universidad de Santiago. Todos ellos coinciden en que «la proliferación absoluta y descontrolada de viviendas de uso turístico está mermando la ciudad de una manera alarmante». Aunque no están en contra de las VUT, defienden la necesidad de una serie de normas sobre las que se debería regir su actividad. «Nadie está en contra de este tipo de alojamientos, no queremos que desaparezcan, en lo que todos estamos de acuerdo es que hay que regularlas», aclara Debasa.

Y es que el bum de los pisos turísticos provoca serios problemas a la hora de encontrar una vivienda en Compostela. «Como inmobiliarios, hemos visto cómo según iban venciendo los contratos se iba vaciando la oferta disponible de alquiler de larga duración hacia el alquiler turístico». Por ello, señalan una normativa para este tipo de hospedajes cuya «multiplicación y proliferación desmedida ha dejado casi sin oferta disponible de alquiler en la ciudad». De hecho, hace un par de meses, desde el colectivo sacaron un estudio sobre la situación de la vivienda en Compostela, en el que señalaron que que había menos de 100 unidades disponibles para arrendamientos de larga duración.

Por lo tanto, buscan una solución a través de la regulación de las VUT para que «cualquier ciudadano de Santiago que quiera vivir en Compostela pueda tener acceso a una vivienda de alquiler a precios razonables, en condiciones y calidades también razonables, porque ahora o te dejas un dineral o te tienes que ir fuera», explica el presidente de AGALIN. Precisamente, el incremento de los precios es una de las consecuencias del escaso catálogo de inmuebles disponibles, que afecta directamente a los usuarios. «Como ha desaparecido la oferta, lo que ayer valía 500 euros hoy vale 650 y si lo quieres tienes que darte prisa, porque mañana la vivienda ya no está disponible». Pero la proliferación de los pisos turísticas también ha afectado a propietarios y comunidades de vecinos porque «compras un piso pensando que vas a vivir en una comunidad normal y de repente tienes enfrente una VUT donde cada día entran y salen dos familias distintas», señala Carlos.

Estudiantes desviados a Padrón y Negreira ante la falta de viviendas en Compostela

La escasa oferta de viviendas en la capital autonómica ante la reserva de los inmuebles para uso turístico dificulta aún más la labor de búsqueda de residencia para los estudiantes, especialmente para aquellos que esperan hasta el último momento. «Si vienes a estudiar en Santiago de Compostela como te descuides y busques al final del verano es que no tienes pisos, los que vienen a finales del mes de agosto o a principios de septiembre es que no encuentran», explica el presidente de la Asociación Gallega de Inmobiliarias.

Junto a las reticencias de algunos propietarios a arrendar su apartamento a inquilinos jóvenes, muchos se decantaron por sacar una mayor rentabilidad en menor tiempo aprovechando el tirón turístico. Una tendencia que implica que los estudiantes del campus compostelano tengan mayores dificultades para encontrar un lugar para vivir el próximo curso, que comienza en menos de un mes. La situación es especialmente delicada para los que llegan más tarde como es el caso de los Erasmus, que acaban por conseguir vivienda en otros núcleos urbanos próximos a Santiago. «Como vienen a la ciudad más justos de tiempo, no encuentran, entonces hay que derivarlos a Milladoiro, Bertamiráns o Cacheiras», cuenta Carlos Debasa. De hecho, ya han tenido que derivar a algunos universitarios extranjeros a otros municipios de la provincia como Negreira, Sigüeiro o incluso a Padrón, con las dificultades que supone para el transporte.