Con estos bombones plata y azabache ellos rinden tributo a la artesanía y hospitalidad de Compostela

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

XOAN A. SOLER

Son el dulce homenaje de Carina y Alejandro, de TeoAta, a una ciudad que los recibió con los brazos abiertos

02 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Abrieron sus puertas hace algo menos de dos años, dispuestos a endulzar el primer otoño de la pandemia. Alejandro Racciatti y Carina Gragnolati dejaron atrás Buenos Aires e inauguraron TeoAta Chocolate en Santiago, una ciudad de la que se quedaron prendados en un viaje. Se puede decir que el flechazo fue mutuo, porque tanto la pareja como sus bombones y chocolates artesanos fueron recibidos con los brazos abiertos tanto por los vecinos como por los visitantes. Por eso ahora han decidido agradecer «tan buena acogida y devolver la hospitalidad que han tenido con nosotros» haciendo lo que mejor se les da: bombones. Se trata de unos pequeños y simbólicos dulces, recubiertos en su exterior de «negro azabache y plata resplandeciente», en un guiño a los oficios tradicionales que «tanta fama dieron a las artesanías compostelanas». Y en el interior, un icono de la repostería local, las almendras, en forma de pasta con chocolate con leche como relleno de sus bombones-joya.

«Nosotros esperábamos celebrar nuestro primer Xacobeo en el 2021, pero fue un poco frustrado por la pandemia», explica el maestro chocolatero, de modo que también querían sumarse al año santo extraordinario con «nuestro humilde homenaje. Buscábamos que sintetizase el espíritu de esta ciudad, construida con manos de artesanos», dice, y materializaron esa idea con todo el cariño y mimo que ya los caracteriza. La presentan en una caja exclusiva de 25 unidades, número que hace un guiño al Día de Galicia (25 de julio) y es una fecha importante en Santiago. Esta edición especial estará a la venta «por un tiempo limitado, supeditado a la demanda. Como hace bastante calor, en la tienda los bombones aguantan bien porque tenemos refrigeración, pero si van a viajar algo lejos preferimos ofrecer en este momento chocolates que no son rellenos y aguantan mejor las altas temperaturas», indica Alejandro. No obstante, para que todo el mundo tenga la oportunidad de probar su sabroso tributo a Galicia y su capital, han decidido ofrecerlo hasta final de año.

El artesano reconoce que siente que su trabajo «es valorado por la gente de aquí y eso es muy satisfactorio. Entienden que hacemos un producto a mano y de calidad, y están dispuestos a pagar por eso aunque en el supermercado pueden comprar unos bombones cualquiera por menos dinero. Y a los turistas siempre le damos una breve explicación, para contarles lo que hacemos, cómo y por qué lo elaboramos así. De cara al público, Carina pone mucho esmero y es algo muy reconocido en los comentarios que recibimos».