Del vestido bicolor de la princesa Leonor a los paracaidistas con las banderas oficiales

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

La visita de la familia real fue breve, pero los actos se multiplicaron en tres horas

26 jul 2022 . Actualizado a las 16:34 h.

Mal día para visitar el casco histórico de la capital de Galicia en pleno 25 de julio. La almendra se cierra a cal y canto, más si recibe la visita de la familia real al completo: Felipe y Letizia y sus hijas Leonor y Sofía. Como los avisos tampoco son muchos, zonas tan turísticas como la rúa Carretas —en donde se encuentra la oficina del Peregrino— o la de San Francisco, acceso a la catedral de Santiago para la mayoría de turistas, repetían la misma escena durante toda la mañana. «Por aquí no se puede pasar», insistían los policías nacionales, para decepción o enfado de los visitantes. Sí accedieron al Obradoiro varios cientos de ciudadanos (unos doscientos), lo que permitió que los reyes recibiesen el aplauso y los vítores de la gente al acceder a la catedral. Por lo demás, la plaza se reservó a autoridades, militares y varias decenas de periodistas, entre ellos históricos como Pedro Piqueras.

Las Autoridades

Casi las mismas caras. La familia real, como siempre, llegó puntualísima. Y fue recibida casi exactamente por las mismas autoridades que el mismo día de hace un año. También entonces estaban las vicepresidentas gallegas Nadia Calviño y Yolanda Díaz, el presidente del Parlamento, el delegado del Gobierno y Alberto Núñez Feijoo. En este caso, eso sí, como presidente del Partido Popular y no como presidente de la Xunta. Se incorporó a esta comitiva Alfonso Rueda, actual presidente de la Xunta. A los reyes, que accedieron en coche hasta el Obradoiro, los aplaudieron ya desde la avenida de Xoán XXIII, en donde se concentraron algunos visitantes. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no estuvo en Santiago, pero felicitó a los gallegos a través de Twitter en un 25 de julio marcado por los incendios «en el que reivindicamos la fortaleza que esta tierra demuestra siempre en los momentos de más dificultad».

Los estilismos

El color, exclusivo de ellas. El día grande de Galicia llevó la elegancia al Obradoiro, habituado a los estilismos de peregrinos y turistas, pero no la originalidad, al menos no en los representantes masculinos. Traje oscuro con corbata azul y verde en la mayoría de los presentes. Del color se encargaron ellas, sobre todo la reina y sus hijas. Letizia optó por el naranja, la princesa Leonor por un vestido bicolor naranja y rosa fucsia en un estilo similar al de su madre y que al parecer puede adquirirse por menos de 90 euros. La infanta Sofía, siempre con un estilo más infantil acorde a su edad, optó por el azul. El color también lo pusieron la vicepresidenta Nadia Calviño, de rojo, o alguna conselleira del Gobierno gallego.

La homilía

Charlas durante la celebración. La hora y media que duró la homilía dejó tiempo para que los que ocupaban el mismo banco pudiesen hacer comentarios. Alfonso Rueda, al lado de Nadia Calviño, o Alberto Núñez Feijoo con Yolanda Díaz, fueron algunos ejemplos. Los reyes y sus hijas, atentas a la ceremonia, también se susurraron algunas frases y ellas dieron uso de los abanicos que llevaban en el templo. Sobre todo la benjamina, que no paró de airearse casi toda la misa. El botafumeiro volvió a sorprender, y a la hora de darse la paz, mientras las autoridades optaban por un apretón de manos, la familia real se decantó por un beso en la mejilla.

Paracaidistas

Portando dos banderas. Uno de los momentos llamativos de la mañana fue el descenso de tres paracaidistas portando las banderas de España y Galicia. Las autoridades contemplaron con interés el aterrizaje desde la escalinata de la catedral, y algunos curiosos bromeaban con un error de puntería de los militares, que los llevase con la enorme bandera española a la praza da Quintana, en donde el BNG cerraba su acto central del 25 de julio.

ofrenda a rosalía

En Bonaval. Ya por la tarde, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, junto al presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices, el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, acudieron a Bonaval para realizar la tradicional ofrenda floral a Rosalía de Castro.