Moisés Rodríguez Mañero, premio Ramiro Carregal de cardiología: «El CHUS está entre los hospitales de España que tratan más arritmias»

Joel Gómez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Moisés Rodríguez Mañero coordinará en el complejo hospitalario de Santiago la investigación ganadora del premio Ramiro Carregal de cardiología
Moisés Rodríguez Mañero coordinará en el complejo hospitalario de Santiago la investigación ganadora del premio Ramiro Carregal de cardiología MALENA FERNÁNDEZ

Con la financiación del galardón, el especialista del complejo hospitalario compostelano y su grupo estudiarán estas dolencias en unos 500 pacientes intervenidos de las válvulas cardíacas en Santiago

25 jul 2022 . Actualizado a las 01:14 h.

Moisés Rodríguez Mañero es uno de los cuatro especialistas que tratan arritmias, es decir alteraciones del ritmo cardíaco, en el CHUS. También investiga sobre este problema de salud, que puede causar importantes complicaciones, incluso la muerte, si no se asiste bien. El grupo que dirige en Santiago, con la bióloga Sonia Eiras, ganó el premio de investigación Ramiro Carregal, que les financia con 30.000 euros el estudio de esta enfermedad los dos próximos años: «Esperamos conseguir resultados que  tengan relevancia clínica, para  predecir qué pacientes pueden desarrollar la fibrilación auricular, que es la arritmia más frecuente en la población, tratar de evitarla e incluso avanzar en la asistencia personalizada de pacientes con esta patología», explica.

—¿En qué consistirá el estudio?

—En nuestro grupo trabajamos especialistas de diferentes disciplinas e intentaremos profundizar en el conocimiento de la fibrilación auricular de una manera holística. Esta es la arritmia más prevalente en la práctica clínica habitual, y aumenta con los años, sobre todo en pacientes con determinados tipos de cardiopatías. Existe bastante investigación sobre la fibrilación auricular no valvular. Nosotros, en este proyecto, pretendemos centrarnos en la fibrilación auricular que asienta sobre patología valvular, menos estudiada, que suele afectar a pacientes más complejos.

—¿Por qué más complejos?

—Porque su atención pasa por diferentes áreas de la cardiología. Por eso, aprovechando la organización asistencial del CHUS, pretendemos estudiar de forma estructurada y organizada la prevalencia de esta arritmia en pacientes con enfermedades valvulares y la repercusión en su pronóstico.

—¿Cómo van a hacer la investigación?

—Vamos a combinar imágenes obtenidas del corazón con datos de investigación básica, sobre todo de componentes de la grasa, que hemos investigado en nuestro grupo hace años, para ver cómo influyen determinados componentes de la grasa, y su interacción con el sistema nervioso, y comprobar si ayudan a identificar qué pacientes van a desarrollar fibrilación auricular, para tratarlos de forma prematura, e incluso evitar la arritmia.

—¿Es un estudio con pacientes?

—Si, prevemos estudiar unos 500 pacientes, intervenidos mediante cirugía cardíaca, o de forma percutánea por un cateterismo, de una enfermedad valvular. El objetivo es hacer un preoperatorio muy completo y un seguimiento posterior estructurado de al menos un año. Alguno de estos pacientes necesita en algún momento una ablación de la arritmia. El CHUS está entre los hospitales de España que tratan más arritmias, entre el tratamiento intervencionista de la fibrilación auricular, además de un volumen alto en intervenciones cardíacas y el implante de válvulas percutáneas por parte del equipo de hemodinámica que coordina el doctor Trillo, lo que creo nos permitirá cumplir los objetivos planteados en este proyecto.

«La fibrilación auricular es la arritmia más frecuente en la población»

Moisés Rodríguez Mañero (Xinzo de Limia, 1980) se incorporó al servicio de cardiología del CHUS en el 2016, tras estudiar Medicina en la USC y especializarse en el CHUS en el 2010.

—¿Por qué se tratan tantas arritmias en Santiago?

—Porque la prevalencia de la fibrilación auricular es alta, es la arritmia más frecuente en la población general. Y por la forma cómo está organizado el servicio de cardiología, que dirige el doctor González-Juanatey, que permite una estrecha colaboración con colegas de otras unidades, como las de insuficiencia cardíaca, consultas externas, y otras. Además, en el CHUS somos centro de referencia para el área sanitaria de Pontevedra-O Salnés, que nos deriva más de un tercio de los pacientes que tratamos.

—¿Tienen suficientes medios?

—Disponemos de dos quirófanos bien equipados para tratar arritmias complejas, o un recién inaugurado hospital de día, que nos permite ser más ágiles en los ingresos. El año pasado realizamos más de 450 ablaciones de arritmias, más de la mitad complejas, de ellas sobre 160 procedimientos de ablación de fibrilación auricular; y se implantaron sobre 450 dispositivos, entre marcapasos, desfibriladores y resincronizadores cardíacos.

—¿Cómo impacta la fibrilación auricular en quienes se operan de válvulas del corazón?

—Prolonga la estancia hospitalaria tras la operación y tiene importante relevancia en eventos tromboembólicos (ictus) y en el posterior desarrollo de insuficiencia cardíaca. De forma global, aumenta la mortalidad, según diversos estudios.

A la izquierda, José Ramón González Juanatey, jefe del servicio de cardiología del CHUS; con la bióloga Sonia Eiras, que con Moisés Rodríguez Mañero coordina el equipo de investigación, también integrado por los cardiólogos Diego López Otero y Diego Iglesias
A la izquierda, José Ramón González Juanatey, jefe del servicio de cardiología del CHUS; con la bióloga Sonia Eiras, que con Moisés Rodríguez Mañero coordina el equipo de investigación, también integrado por los cardiólogos Diego López Otero y Diego Iglesias MALENA FERNÁNDEZ

«La investigación supone más de un tercio de mi actividad»

Tras estudiar Medicina en Santiago, y especializarse a continuación como mir de cardiología en el CHUS en el 2010, Moisés Rodríguez Mañero amplió su formación en el Heart Rhythm Management Centre de Bruselas (Bélgica, en el período 2011-2013), con una beca de la Sociedad Europea de Cardiología; y en el Houston Methodist Hospital, de Estados Unidos (en los años 2014 y 2015), dónde además de la labor asistencial se centró en experimentación básica celular. Es doctor en Medicina por la Universidad de Santiago de Compostela (2016) y por la Universidad Libre de Bruselas (2018). Se incorporó al servicio de cardiología del Clínico compostelano en el año 2016, donde ejerce.

Al preguntarle cómo encaja la investigación en su trabajo en el hospital, responde este especialista: «Actualmente la investigación supone más un tercio de mi actividad, para la que dispongo de una beca de intensificación en investigación del Instituto de Investigación Carlos III, que permite financiar esta dedicación. El resto del tiempo lo dedico a la parte asistencial y docente. Coordino un grupo de investigación, con Sonia Eiras, grupo con el que hemos captamos más de 500.000 euros en los últimos 2-3 años de diferentes entidades públicas y privadas. Esto nos ha facilitado un volumen de publicaciones importante».

Respecto a lo que supondrá la contribución del premio Ramiro Carregal, destaca que «nos permitirá realizar este nuevo trabajo. Sin esta ayuda no creemos que fuese posible realizarlo pues hace falta importante financiación para la parte de investigación básica y determinadas pruebas de imagen, que requieren un Software particular. Además, esta investigación representará parte de la tesis doctoral de un miembro del grupo, Diego Iglesias, especialista en el manejo de pacientes intervenidos de cirugía cardíaca».

El tribunal que juzgó y falló el galardón lo integraron el empresario y mecenas Ramiro Carregal, a su vez presidente de honor del jurado, y José Ramón González Juanatey, presidente ejecutivo del mismo. Con ellos estaban Borja Ibáñez Cabeza, jefe de grupo del CIBER (Centro de investigación biomédica en red, de referencia estatal) de enfermedades cardiovasculares y cardiólogo intervencionista en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz; Pedro Luis Sánchez, jefe de cardiología del Hospital Universitario de Salamanca y profesor titular de Medicina en esa Universidad; José Luis Ferreiro, cardiólogo del Hospital Universitario de Bellvitge y director del Laboratorio de Investigación Cardiovascular del Idibell (Instituto de Investigación Sanitaria de Bellvitge, en Barcelona); y Almudena Castro, coordinadora de la unidad de prevención y rehabilitación de cardiología en el Hospital Universitario La Paz de Madrid.

Estudio ambicioso

Moisés Rodríguez Mañero afirma que el proyecto de investigación con el que su grupo ganó la tercera edición del Premio Internacional de Investigación en Cardiología «Enfermedades valvulares cardíacas Ramiro Carregal» es «un estudio ambicioso, basado en una serie grande de pacientes y una estrecha colaboración entre diferentes unidades, además de la parte de investigación básica. Prevemos estudiar unos 500 pacientes intervenidos de enfermedades valvulares en el CHUS durante dos años, a partir de septiembre, cuando recibamos el premio, y con un seguimiento de al menos un año», manifiesta.

Avanzar en la predicción

El proyecto premiado se titula Diferencias en el impacto pronóstico y predictores del desarrollo de fibrilación auricular en pacientes con estenosis aórtica severa remitidos a recambio valvular aórtico quirúrgico o percutáneo. Su interés está en que «desafortunadamente, con el conocimiento actual, si bien sabemos que existen pacientes con más riesgo de desarrollar fibrilación auricular, no somos capaces de predecir exactamente que pacientes la van a presentar y pretendemos avanzar en este ámbito».

Equipo de trabajo

En la investigación de este premio participarán con Moisés Rodríguez Mañero los también cardiólogos Diego Iglesias, de la unidad coronaria, Brais Díaz y Amparo Martínez, de la unidad de imagen, y Diego Otero, especialista en hemodinámica. También forman parte del equipo de trabajo la bióloga Sonia Eiras, de su grupo de investigación, así como el equipo de cirugía cardíaca del CHUS, con aportaciones de cirujanos como Ángel Fernández y José Martínez Cereijo, entre otros.