La convocatoria cuenta con el respaldo de la CIG y CC.OO., que consideran «totalmente insuficiente a oferta da empresa» para la negociación del nuevo convenio colectivo, una negociación «enquistada», sostienen, después de semanas de protestas puntuales en la calle para reclamar su reactivación y la mediación del Ayuntamiento. El comité reclama una subida salarial del IPC más un 1,8 % para el 2021 y el IPC más el 3 % para el 2022. La empresa, dicen, no pasa de una paga única no consolidable de 150 euros para el 2022, la subida del 0,75 % para el 2023 y el 0,25 % del resultado de lo que le suban al personal funcionario en los años 2024 y 2025. Eso, «na práctica» supondría, añaden, «conxelar as retribucións» en los próximos años «e afondar no empobrecemento dos traballadores, posto que Urbaser non quere contemplar no convenio unha cláusula de revisión que, cando menos, permita manter o poder adquisitivo dos salarios», cuando el 2021, recuerdan, terminó con el IPC en el 6,5 % y este junio ya superó el 10 %.
El comité, que afirma que la empresa tampoco quiere reconocer la jubilación parcial al 75 % con contrato relevo y garantizar la cobertura de vacantes durante vacaciones y bajas, reclamó ayer la mediación del Ayuntamiento, «pois estamos a falar dun servizo que se paga con cartos públicos e que lle afecta directamente á veciñanza». Pero el alcalde insiste en que la negociación es entre empresa y trabajadores. «A nós se nos invita para que paguemos a factura, para que a paguen os cidadáns», ciudadanos que «non verán actualizados os seus salarios en dous díxitos», dijo en alusión a la demanda del comité de Urbaser.