Santiago se enfrenta a una huelga en la limpieza en plenas fiestas del Apóstol

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En el anterior año santo, en el Xacobeo del año 2010, hubo también huelga, entonces en las fiestas de la Ascensión. Duró 13 días. Paco Rodríguez
En el anterior año santo, en el Xacobeo del año 2010, hubo también huelga, entonces en las fiestas de la Ascensión. Duró 13 días. Paco Rodríguez PACO RODRÍGUEZ

El comité de Urbaser convoca un paro indefinido a partir del día 18 de este mes

08 jul 2022 . Actualizado a las 02:12 h.

Santiago se enfrenta a una huelga del servicio de limpieza en los días más delicados para la ciudad, las fiestas del Apóstol, con el agravante de ser temporada alta en año santo. El comité de Urbaser, la adjudicataria del servicio (el pasado mes de mayo asumía la nueva concesión), convocó ayer un paro indefinido a partir del día 18, coincidiendo prácticamente con el arranque de las fiestas. El alcalde, Xosé Sánchez Bugallo (PSOE), ya se lo temía. Anteayer mismo apuntaba que desde mayo se estaba percibiendo la escenificación de la convocatoria que el comité anunciaba ayer, respaldado por la asamblea de trabajadores del día anterior, y que coincidirá, si llega a concretarse, con la anunciada también en el Hostal dos Reis Católicos para los días 24 y 25 de este mes. «Unha coincidencia que, desde logo, feliz non é», dice Bugallo.

La convocatoria no cogió por sorpresa al regidor, que antes de conocerse oficialmente ya había encargado un informe a los servicios jurídicos del Ayuntamiento para orientar las acción del gobierno local. Se trata de conocer exactamente cuáles son las competencias y responsabilidades del Concello para decidir conforme a la ley. Según Bugallo, ante una huelga en un servicio esencial, como el de la limpieza, la Administración local debe tener claras sus competencias. Como la de fijar servicios mínimos, que ya adelantó que «se corresponderán e serán coherentes coas circunstancias na que eles mesmos elixen para convocar a folga, no momento máis alto do turismo e en plenas festas».

Para el regidor, se trata del momento «en que maior dano se pode producir á cidade», por lo que el decreto «terá que ter en conta cal é a poboación flotante que vai ter a cidade e a evolución da produción de lixo». Las calles de la capital ya sufrieron un conflicto laboral de este mismo servicio en pleno Xacobeo, el del 2010, aunque entonces los trabajadores eligieron las fiestas de la Ascensión, también de gran actividad en la ciudad, si bien a distancia de las aglomeraciones propias de las del Apóstol.

La convocatoria cuenta con el respaldo de la CIG y CC.OO., que consideran «totalmente insuficiente a oferta da empresa» para la negociación del nuevo convenio colectivo, una negociación «enquistada», sostienen, después de semanas de protestas puntuales en la calle para reclamar su reactivación y la mediación del Ayuntamiento. El comité reclama una subida salarial del IPC más un 1,8 % para el 2021 y el IPC más el 3 % para el 2022. La empresa, dicen, no pasa de una paga única no consolidable de 150 euros para el 2022, la subida del 0,75 % para el 2023 y el 0,25 % del resultado de lo que le suban al personal funcionario en los años 2024 y 2025. Eso, «na práctica» supondría, añaden, «conxelar as retribucións» en los próximos años «e afondar no empobrecemento dos traballadores, posto que Urbaser non quere contemplar no convenio unha cláusula de revisión que, cando menos, permita manter o poder adquisitivo dos salarios», cuando el 2021, recuerdan, terminó con el IPC en el 6,5 % y este junio ya superó el 10 %.

El comité, que afirma que la empresa tampoco quiere reconocer la jubilación parcial al 75 % con contrato relevo y garantizar la cobertura de vacantes durante vacaciones y bajas, reclamó ayer la mediación del Ayuntamiento, «pois estamos a falar dun servizo que se paga con cartos públicos e que lle afecta directamente á veciñanza». Pero el alcalde insiste en que la negociación es entre empresa y trabajadores. «A nós se nos invita para que paguemos a factura, para que a paguen os cidadáns», ciudadanos que «non verán actualizados os seus salarios en dous díxitos», dijo en alusión a la demanda del comité de Urbaser.

Bugallo refiere que el Concello tiene un contrato con la empresa desde mayo pasado por el que Raxoi paga una factura mensual de unos 800.000 euros y que por ley el precio no es renegociable hasta dentro de dos años, «co cal, ata o 2024 ese é o recibo que se lle vai pagar». «Non podemos asumir ningunha revisión, salvo que haxa unha modificación da lei», dice el alcalde, que advierte de que se avecina un escenario incierto en el que preocupa una posible recesión, y «para o resto do persoal non hai subas do 10 ou o 20 %». Y concluye que las partes «deben negociar» sabiendo, la empresa, cual es el importe de la factura municipal; y, los trabajadores, «sabendo que esa é a marxe que ten a empresa para negociar».

El servicio sufrió un sabotaje en la Ascensión y suma ya 16 contenedores nuevos quemados

El servicio de limpieza se ha enfrentado en los últimos meses a acciones que han tratado de mermar su operatividad y que en los últimos días han sufrido una escalada que ha afectado a trabajadores alejados del conflicto laboral. Desde encontrarse con el coche pintado o las ruedas pinchadas, aunque la más grave fue la que afectó a un encargado de la concesionaria que a principios de este mes tuvo que sofocar el incendio que provocó delante de su casa la quema de unos neumáticos.

Esta acción, atribuida a dos encapuchados, se ha sumado a la investigación que desde el 25 de mayo tiene abierta la Policía Nacional. Entonces, en plenas fiestas de la Ascensión, varios encapuchados sabotearon e inutilizaron siete camiones de la recogida de basura, aunque finalmente cinco lograron salir a lo largo de la noche, por lo que el servicio se mantuvo. En medio de esa escalada, los nuevos contenedores que Urbaser está colocando para sustituir a los del anterior contrato, están sufriendo los efectos del fuego. Hace dos noches ardía otro, el número 16 en las últimas semanas.