—¿No le interesó ejercer en la sanidad pública?
—Cuando acabé la especialidad había una gran bolsa de desempleo. Por eso fui a Estados Unidos y a Barcelona, donde amplié la formación con grandes cirujanos y después decidí abrir mi consulta, hace ya casi 30 años.
—¿Cómo ha cambiado la especialidad en este tiempo?
—Uno de los cambios, y también lo abordamos en este congreso, es que los últimos años aumentan las mujeres en nuestra especialidad, ya son el 30 %. Antes era menos habitual ver mujeres especialistas en cirugía plástica, se orientaban más a otras especialidades como pediatría, ginecología y en especial más las médicas que las quirúrgicas.
—¿Hay arte en la cirugía plástica?
—La Medicina se considera ciencia y arte. Hay colegas que destacan en pintura, escultura, son ilustradores, incluso interpretan música y se dedican a actividades artísticas diversas. Para mi la práctica médica tiene una gran parte humanística, porque tratamos con el ser humano, con sus virtudes, sus problemas, sus alegrías, con todo. Y hay también una parte solidaria en nuestra especialidad, incluso en países con menos recursos. Hay una imagen de cirujano plástico de las películas que no es para nada real.