Anoche los mecánicos trabajaban a destajo para intentar reparar alguno de los camiones saboteados, y al cierre de esta edición no descartaban que se pudieran recuperar tres, con lo que serían ocho los disponibles, y cuatro quedarían parados.
Este sabotaje se produce en medio de un fuerte conflicto laboral en la concesionaria Urbaser y justo cuando entra en vigor el nuevo contrato del servicio de limpieza y recogida de basuras, que fue adjudicado a la misma empresa. Durante las últimas semanas, personal de Urbaser realizó movilizaciones en demanda del cumplimiento de compromisos de la empresa y en denuncia de dos despidos ante la negociación del convenio.