Fiscalía archiva su investigación a la sala Malatesta por la «inacción» del Concello de Santiago

Xurxo Melchor SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

La sala de conciertos Malatesta, situada en los números 51 y 53 de la calle de San Lourenzo xoan a. soler

Afea al gobierno local no haber hecho mediciones de ruido pese a las denuncias vecinales

22 may 2022 . Actualizado a las 23:39 h.

A la Fiscalía Provincial no le ha quedado más remedio que archivar la investigación por exceso de ruidos abierta contra la sala Malatesta de Santiago —situada en San Lourenzo, 51-53— y no porque haya concluido que los hechos no tienen relevancia penal, sino porque al ministerio público le faltan datos debido a la «inacción» del Concello. Con este justo término se lo afea la fiscala de Medio Ambiente y Urbanismo al Ayuntamiento, añadiendo que «llama la atención que pese a la existencia de varias denuncias vecinales no solo no se haya aportado en este procedimiento procedente del Concello de Santiago de Compostela ninguna medición de los niveles de ruido producidos por la actividad de la sala de fiestas, sino que ni siquiera se ha comprobado la implantación y el funcionamiento de las medidas de control del ruido, tales como el sonógrafo (sic, por sonómetro) que el responsable de la sala manifiesta haber tenido oportunamente estropeado en las fechas de las denuncias, por lo que no puede aportar ningún registro».

No queda ahí el duro reproche que la Fiscalía hace al Concello por su actuación en el caso Malatesta, porque también le advierte que «tampoco parece de recibo» y que «más llama la atención» el hecho de que antes del cierre de la investigación penal, fechada el día 6 de este mes, «no conste como mínimo el correspondiente expediente sancionador, desconociendo si no se ha iniciado o si no se ha comunicado su incoacción».

Es por esa falta de datos para determinar si la investigación por exceso de ruidos a la sala Malatesta tiene relevancia penal o debe dirimirse en el ámbito administrativo por lo que la Fiscalía explica que no ha podido determinar ni los niveles de ruido existentes, ni la persistencia en su emisión, ni los horarios en los que se han producido «por lo que no es posible ni valorar el grado de perjuicio para la salud de las personas, ni si ha existido una infracción de la normativa municipal», añade el decreto emitido por el ministerio público.

Esta «inacción» ante la denuncia presentada el 23 de noviembre del 2021 ante la Fiscalía por parte de la asociación de vecinos Río Sarela de San Lourenzo e Carme de Abaixo —que fue ampliada el 21 de diciembre de ese mismo año— es la que hace que para el ministerio público sea imposible «determinar si ha existido un quebranto en la salud o en la calidad de vida de las personas ni la relación de causalidad entre esa emisión y el quebranto», lo que hace que no pueda «justificarse que los hechos denunciados puedan tener el encaje penal que se ha investigado, por lo que procede su sanción en la vía administrativa que le es propia».

Cabe recordar, y en ello incide la Fiscalía en su decreto, que está demostrado y admitido que la exposición prolongada al ruido genera daños en la salud de las personas, especialmente en horario nocturno, y que los tribunales han establecido que es a partir de 30 decibelios cuando la salud humana se ve afectada y que el incremento es exponencial, ya que se duplica a partir de cada tres decibelios de más. Sin embargo, al no haber aportado el Concello mediciones, la investigación no ha podido determinar si ese daño grave para los vecinos existe o no.

El actual gobierno local del PSdeG cerró el establecimiento en el 2019

Esta «inacción» de la que la Fiscalía Provincial acusa ahora al Concello de Santiago en el caso de las denuncias vecinales por exceso de ruidos en la sala Malatesta contrasta con la firmeza con la que sí actuó el actual gobierno local del PSdeG nada más inaugurar su actual mandato. Y es que si el anterior ejecutivo municipal, el de Compostela Aberta (CA), fue abiertamente laxo con este establecimiento, al que incluso se le permitió por decreto abrir hasta las cinco de la mañana cuando por licencia tenía que cerrar a las dos, nada más llegar la socialista Mercedes Rosón a la concejalía de Urbanismo firmó una orden de cierre contra el local de ocio nocturno.

Aquella resolución, fechada el 10 de julio del 2019, precisamente se basaba en que la sala Malatesta estaba operando con permiso de teatro pero programando actividades que no se correspondían con su licencia de actividad y, además, mucho más allá de las dos de la madrugada y en al menos una ocasión a las seis. Tras aquella resolución, los propietarios del establecimiento tuvieron que acatar las directrices del Concello y atender sus exigencias para poder reabrir.