Para el tribunal, los indicios por los que la Fiscalía pedía la condena de los Samuel Jiménez y Christian Barrul «son débiles, tienen una mínima potencia significativa», ya que considera que las relaciones personales y familiares que existen entre las dos acusadas y los dos jóvenes no permite deducir que fueran ellos los ladrones encapuchados, como tampoco que el modus operandi de este golpe coincida con el de otro por el que sí fue condenado Jiménez Bentos.
En cuanto a las ropas o la complexión física, la Audiencia considera que eran todas ellas comunes y que no hay nada que permita señalar a los jóvenes absueltos. Contra la sentencia cabe recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).