Lucita Rey y otros vecinos de Laraño lucirán el próximo domingo sus vestimentas con la misma ilusión que si lo hicieran mañana
21 may 2022 . Actualizado a las 10:50 h.
Muchos compostelanos tenían previsto estrenar mañana sus trajes de época en la Festa do Banquete de Conxo. Lucita Rey y sus vecinos de Laraño, además, iban a participar este año por primera vez en la romería popular y lo iban a hacer llevando las vestimentas hechas por ellos, con sus propias manos. Tendrán que esperar para lucirlas una semana más, hasta el día 29, tras el aplazamiento de las actividades en la carballeira a causa de la previsión de lluvias. Pero tienen claro que, aunque sea algo más tarde de lo previsto, no faltarán a la cita, para la que han trabajado con «moita ilusión», explica esta mujer jovial de 69 años, que lleva viviendo en la parroquia desde los 9.
Lucita aprendió a coser «cando tiña 16 anos, cunha costureira que había aquí, pero nunca me dediquei a isto. Hai uns 15 anos, quizais algo máis, retomeino para facer os disfraces do Entroido, e na casa un pouquiño». Y, hace más de un mes, se juntó con otras mujeres de Laraño que, como ella, tenían conocimientos de corte y confección para elaborar los atuendos de cara a la cita histórica; no solo para ellas, sino también para los más pequeños de la casa, que las acompañarán a la fiesta. En total, serán cerca de una veintena de personas ataviadas de la época. Y fueron las veteranas del grupo las que se pusieron manos a la obra «e arrastramos á familia». Y la menor de todos es la nieta de Lucita, Clara, de 3 años.
En el centro sociocultural disponían de una máquina de coser semiindustrial, y utilizaron otra para avanzar más rápido. «Tamén levamos moitas cousas para facer na casa», indica la santiaguesa, la encargada oficial de las tijeras en esta pequeña cadena de producción. Contaron, además, con la ayuda de Bety, «unha modista que veu de parte do Concello e nos axudou para que os traxes se correspondesen coa época, tanto nos materiais coma nos patróns e cores, que son máis ben apagados. Vestimos coma nos tempos mozos de Rosalía de Castro. Levamos blusas de liño con algunha puntilla, capas e saias de fío e algodón con pasamanería... A maioría, imos en plan fino e só dous van de cotío», indica Lucita, presidenta de la asociación vecinal y miembro de la comparsa A Ruliña.