En Pontepedriña, donde están en fase de cambio de los adjudicatarios, los usuarios creen que no pasará nada, porque «la gente no quiere las huertas. Vienen dos días y se marchan», apunta un vecino del barrio, que cree que a él se la dejarán, «porque tengo más de 65 años». Como otros, se quejan de la fecha escogida por el Ayuntamiento para hacer el cambio. Consideran que «lo normal es hacerlo en febrero, pero ahora están las fincas preparadas para plantar o plantadas, y dando frutos», explica un usuario de Fontiñas. «Los que hacen el sorteo no saben nada de huertas. Antes de plantar hay que preparar el terreno. Ahora es tarde. A los de Pontepedriña les dan 15 días para recoger. Es una broma», dice otro vecino de Fontiñas.
Al margen de la falta de control del Concello, los usuarios de Belvís se quejan de los robos. Un problema que no parecen tener en el resto de las huertas, donde lamentan la falta de civismo de algunos amos de perros y los daños ocasionados por los gatos.