Fueron momentos de angustia que parecía que iban a terminar bien cuando llegaron al lugar varias patrullas de la Policía Nacional. Los agentes estaban accediendo al edificio para intentar actuar desde dentro y convencer a la chica de que volviese a su piso cuando ella, sin más, se precipitó al vacío.
Por suerte, la rápida intervención de algunos de los que estaban congregados en la acera evitó una tragedia aún mayor. Con su cuerpo, amortiguaron el golpe a la chica, que como era menuda de constitución no impactó en el suelo con la fuerza suficiente como para ocasionarse lesiones que hubiesen supuesto daños irreversibles.