La historia de la anestesia en Galicia: del Pulmotor a los inhaladores de vejiga de cerdo

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

La Universidade de Santiago proyecta un espacio museístico en la Facultad de Medicina abierto al público, con piezas de gran valor del Museo Nacional de Anestesiología

23 abr 2022 . Actualizado a las 23:34 h.

La Facultad de Medicina alberga el Museo Nacional de Anestesia. Se trata del segundo más antiguo de Europa (solo hay tres), y el único en España. Una serie de libros y piezas de instrumental de enorme valor que recogen la historia de la anestesia en Galicia desde finales del siglo XIX hasta el año 2000. Los primeros respiradores que se utilizaron en la sanidad española, las primeras máquinas de resucitación cardiopulmonar, equipos de transfusión sanguínea, los primeros inhaladores elaborados con vejigas de animales... Auténticas joyas que describen como esta especialidad empezó a implantarse en los hospitales de la mano de cirujanos y enfermeras.

Pero en la actualidad el museo es más una colección de piezas ubicadas en vitrinas en algunos de los corredores de la facultad que un proyecto museístico completo. Y esto es lo que quieren cambiar los responsables del centro y de la Sedar, la Sociedad Española de Anestesiología y Reanimación, a quien pertenecen los fondos. El proyecto de rehabilitación de la facultad recoge un espacio propio para este museo, abierto al exterior y pegado a la cafetería. La entrada, desde la rúa San Francisco, permitiría a cualquier visitante entrar y disfrutar de la colección, como ocurre en otros museos. «La idea es que abra los fines de semana y esté al lado de la facultad pero independiente para que la gente pueda visitarlo, no solo se trata de poner paneles sino todo un proyecto museístico para que los escolares puedan acudir como hacen con otros centros», explica Servando López, vocal en Galicia de la Sedar.

No puede estar más de acuerdo el decano de la facultad, Julián Álvarez. Los fondos están en Medicina tras un convenio firmado en el 2001, por el que se trasladaron desde la sede del colegio médico. Este convenio ya prescribió, y lo que quiere el decano es que se actualice y se ponga en marcha un proyecto museístico, «en otro caso no queremos que se quede aquí, y así se lo he planteado a la Sedar y al rector, tiene que haber un proyecto, no puede ser un almacén de trastos. Debe estar en una zona de fácil acceso y la que la gente pueda entrar», explica. Pero, ¿por qué Galicia cuenta con estas piezas tan importantes? En Santiago se utilizó el cloroformo como anestésico por primera vez en España, fue en 1847 y no mucho después de la primera demostración que se hizo en el mundo (Estados Unidos, 1846). Y es que Antonio Casares, químico extraordinario, sintetizó el cloroformo y pudo utilizarse de forma pionera en la comunidad. Pero también en el 47 se usó en Santiago la primera anestesia general con éter. La capital gallega fue pionera en España en el campo de la anestesia porque tres cirujanos (Puente Domínguez, Fernández Albor y Baltar) enviaron en la década de los 40 y los 50 del pasado siglo a formarse en anestesia a otros cirujanos a Estados Unidos y Reino Unido.

De ahí la importancia de estas piezas, entre las que está el Pulmotor, un aparato resucitador de 1911, la primera incubadora y el primer respirador neonatal que hubo en Galicia, la mascarilla Ombredanne con vejiga de cerdo, respiradores como el Narko (hay tres unidades en el mundo), o los pulmones de acero, dos inmensos aparatos procedentes de Santiago y A Coruña. La historia del museo y sus piezas se recogen además en un libro joya presentado en Santiago en el congreso de la Sedar, Museo Nacional de Anestesia.