El párking ficticio del aeropuerto de Santiago sigue operando pese a las denuncias

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

Los espacios utilizados por el párking ficticio de Lavacolla para dejar los coches se han ido poco a poco vaciando, aunque aún ayer ?en la imagen? seguían llegando clientes que tenían que buscar y recoger ellos mismos sus vehículos
Los espacios utilizados por el párking ficticio de Lavacolla para dejar los coches se han ido poco a poco vaciando, aunque aún ayer ?en la imagen? seguían llegando clientes que tenían que buscar y recoger ellos mismos sus vehículos PACO RODRÍGUEZ

La Guardia Civil continúa multando y retirando vehículos aparcados en cunetas y viales

20 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Ni las decenas de multas de tráfico impuestas por la Guardia Civil, ni las quejas de centenares de clientes a los que no les devolvieron a tiempo sus coches y ni la investigación abierta por la Policía Nacional han hecho que el párking ficticio del aeropuerto de Santiago deje de operar. Sigue recibiendo pedidos de viajeros que desean estacionar sus vehículos por irse de viaje y sigue dejándolos aparcados de cualquier modo en cunetas, fincas y otras zonas prohibidas como los arcenes de los viales de acceso del aeródromo de Lavacolla.

En las últimas horas la Guardia Civil ha seguido multando vehículos por estar mal estacionados o en zonas prohibidas por estar dentro del perímetro de seguridad del aeropuerto. Como ejemplo clarificador del nivel de caos que ha supuesto la actividad de este párking ficticio está la de un coche que llevaba desde el pasado sábado aparcado en la cuneta del acceso principal al aeródromo, invadiendo uno de los carriles. En la noche del sábado fue sancionado y lo retiró la grúa.

En este caso, como en todos los demás, el problema es que la multa de 200 euros va para el titular del vehículo, que cree haberlo dejado bien aparcado en las instalaciones del párking al que ha contratado sus servicios. Pero no es así. Esta empresa se anuncia en Internet con varios nombres y capta a sus clientes con la suculenta oferta de cobrar tan solo cinco euros por día, pero la realidad es que cuando recoge el coche del cliente en la terminal lo deja en cualquier parte. El afectado casi nunca se enteraba, porque se lo entregaban al aterrizar, pero la avalancha de viajeros que se ha producido esta Semana Santa, la primera sin restricciones por la pandemia, hizo que las cuando menos peculiares actividades de esta compañía quedasen a los ojos de todo el mundo y dejasen una pésima imagen de la ciudad.

La situación no es nueva. Es más, este modo de actuar por parte del párking ficticio se ha estado produciendo desde hace meses, pero sus actividades pasaban desapercibidas porque había poco movimiento en el aeropuerto debido a las restricciones a la movilidad de personas que se impusieron por el covid.

Fuentes policiales consideran que la empresa podría estar cometiendo un delito leve de estafa, ya que se compromete a tener los coches vigilados cuando en realidad están en fincas o en viales sin ninguna supervisión. En todo caso, la vía penal no es la única con la que se podría actuar contra esta empresa, ya que también se podrían tomar medidas tanto en Consumo como en Hacienda, la inspección de Trabajo e incluso Urbanismo. Todas estas posibilidades serán analizadas en la reunión que ha convocado para mañana en el Concello de Santiago el concejal de Mobilidade e Seguridade Cidadá, Gonzalo Muíños (PSdeG). A la cita acudirán miembros de la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Policía Local, así como Aena, el departamento de Disciplina Urbanística y la asociación de vecinos de Lavacolla.

Un hombre volvió antes de su viaje al ver cómo el GPS de su coche lo situaba moviéndose

Ahora que se ha destapado el cuando menos controvertido modo de proceder de esta empresa ficticia de aparcamiento de vehículos en el aeropuerto de Lavacolla se están conociendo también algunos casos que son sin duda llamativos. Uno de ellos es el de un hombre que contrató los servicios de esta compañía tras ver el anuncio en Internet y se marchó de viaje creyendo que su turismo quedaba a resguardo y vigilado en las instalaciones con las que pensaba que contaba la firma. Sin embargo, como el suyo era un vehículo de última generación dotado con un sistema antirrobo de posicionamiento GPS, se alarmó al ver que su coche estaba moviéndose y que ni tan siquiera estaba en Santiago. Asustado, pensó que se lo había robado, por lo que adelantó la vuelta para encontrarse con que los responsables del párking ficticio se lo entregaron como si nada hubiera pasado.

Otro caso peculiar es el de otro cliente que se marchó de viaje y al poco tiempo recibió una llamada de unos amigos que le preguntaban que por dónde andaba y que si le apetecía tomar algo. Él les explicó que estaba fuera de la ciudad, a lo que sus interlocutores le respondieron que acababan de ver su coche aparcado en una céntrica calle. Una situación que evidenciaba que su vehículo no estaba estacionado y bien custodiado en las supuestas instalaciones de la empresa, sino que alguien lo estaba utilizando.

Con este nivel de desfase y la esperpéntica situación vivida esta pasada Semana Santa lo extraño es que la Policía Nacional tan solo haya recibido hasta el momento cinco denuncias, cuando solo los afectados recientes se calcula que son unos 300.