Samuel Jiménez, uno de los delincuentes más peligrosos de Santiago, se juega seis años más de cárcel por robar en una lavandería

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

De derecha a izquierda, Samuel Jiménez Bentos, su hermana Estefanía, Fátima Montoya y Christian Barrul, juzgados en la Audiencia de Santiago por el robo a una lavandería en Santa Marta
De derecha a izquierda, Samuel Jiménez Bentos, su hermana Estefanía, Fátima Montoya y Christian Barrul, juzgados en la Audiencia de Santiago por el robo a una lavandería en Santa Marta Sandra Alonso

Actualmente cumple una pena de nueve años y medio de prisión por los atracos en el estanco de Lavacolla y una farmacia en Santa Marta

20 may 2022 . Actualizado a las 17:24 h.

Samuel Jiménez Bentos, considerado como uno de los delincuentes más peligrosos de Santiago, ha vuelto a sentarse en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial. Esta vez, por el robo en una lavandería situada en la avenida da Liberdade, en Santa Marta. Acudió esposado y custodiado por la Policía Nacional porque actualmente cumple una pena de nueve años y medio de cárcel por los atracos al estanco de Lavacolla y a una farmacia. Golpes que también dio en aquella Navidad del 2019 en la que protagonizó una auténtica ola de robos en la ciudad que acabó con su casa rodeada por decenas de agentes, entre ellos los del Grupo de Operaciones Especiales (GOES), que finalmente entraron en la vivienda y le detuvieron.

Como en aquel otro sonado juicio en Santiago, Samuel Jiménez estuvo flanqueado frente al tribunal por su hermana Estefanía y por el que en aquel momento era el novio de la chica, Christian Barrul Cortiñas, que también está actualmente en la cárcel por los atracos de Lavacolla y Santa Marta, por los que fue condenado a nueve años. Ella salió mejor parada, con una sentencia por solo tres años y medio. Además, en esta ocasión también se ha visto involucrada Fátima Montoya.

El robo en la lavandería se produjo el 23 de diciembre del 2019 y no fue el único establecimiento de estas características en el que se fijó presuntamente Samuel Jiménez, ya que también le han condenado a otros dos años de prisión por el robo cometido en otra en Doutor Maceira, en Conxo, que fue asaltada aquellos días dos veces: el 21 y el 25. En aquel juicio, su acompañante fue absuelto porque a él no se le veía la cara en ningún momento.

En el nuevo caso juzgado, Estefanía Jiménez y Fátima Montoya aparecen a cara descubierta en las grabaciones de la cámara de seguridad. Entran poco antes del cierre en la lavandería y se quedan estáticas y mirando a la única clienta que había en el local, que como ella misma declaró en la vista se sintió intimidada y se fue apresurada. Después, entran dos jóvenes con las caras tapadas y ropas negras, que cortan la pared en la que se encontraba la máquina del cambio, la arrancan de cuajo y se llevan un botín de 500 euros.

La Fiscalía tiene claro que las chicas actuaron de común acuerdo con los ladrones y que estos son Samuel y Christian, porque la Policía Nacional los identificó por la complexión, la ropa, que era la misma que en otros de los delitos de aquella ola de robos y que coincidía con la que llevaban puesta el día de su arresto. A Jiménez Bentos le pide la máxima pena por ser multirreincidente, seis años, y a Christian cuatro. A ambos les aplica la agravante de disfraz. Para las acusadas, la petición de condena se queda en tres años.

Las defensas, por el contrario, piden la libre absolución de los cuatro. De ellos, porque aseguran que no se ha podido acreditar que sean los asaltantes al no vérseles la cara y porque las ropas que llevan son negras, pero comunes y podría portarlas cualquiera. En cuanto a ellas, sostienen que, como ambas declararon en el juicio, acudieron a la lavandería porque a Estefanía se le había manchado «una prenda» cuando tomaban algo con unos amigos y fueron para lavarla y plancharla. En su contra juega que las imágenes no apoyan que estuvieran allí con esa intención y que se quedaron en la puerta, en opinión de la Fiscalía vigilando, mientras los dos jóvenes cometían el robo.