El multamóvil de Santiago también destapa la picaresca en el uso de las zonas de residentes

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

Uno de los dos multamóviles con que cuenta el Concello de Santiago controla la zona ORA en el campus universitario
Uno de los dos multamóviles con que cuenta el Concello de Santiago controla la zona ORA en el campus universitario PACO RODRÍGUEZ

Coches que llevan la pegatina de otros o que no pagan el impuesto de circulación, entre las sanciones más frecuentes

27 mar 2022 . Actualizado a las 21:01 h.

La capacidad de control de los dos multamóviles que desde el pasado mes de octubre vigilan las calles de Santiago es infinitamente superior a la de los controladores a pie, porque de una sola pasada son capaces de detectar y sancionar a todos los infractores de una calle. Además, su rango de acción está siendo incluso mayor del esperado inicialmente, ya que el nuevo sistema se ideó pensando en incrementar el control sobre las zonas verdes, las de residentes, la de la ORA y las de 15 minutos, aunque en esta última todavía no se está centrando, según explica el concejal de Mobilidade, Gonzalo Muíños ( PSdeG). La sorpresa ha sido que también se está demostrando muy efectivo a la hora de destapar toda la picaresca en torno al uso de las tarjetas de residentes. Y ya están llegando las primeras sanciones por estos motivos.

Entre esas tretas que emplean algunos conductores a la hora de estacionar en las zonas verdes está la del cambio de pegatina de un vehículo a otro sin comunicarlo al Concello. Cada distintivo está asociado a un solo coche, pero hay quien arranca el de uno y se lo pone a otro porque compra uno nuevo o para que lo use un familiar, y eso está totalmente prohibido. Esta pequeña trampa era difícil de descubrir por los controladores a pie, que veían la tarjeta y lo normal era que pasasen de largo, pero al multamóvil es imposible engañarlo. El sistema de cámaras lee la matrícula y en cuestión de segundos contrasta los datos con las bases de datos del Ayuntamiento y la DGT, por lo que detecta la incongruencia y emite la sanción.

Los multamóviles también están destapando casos de personas que estuvieron empadronadas en Santiago y que, por ello, contaban con una tarjeta de residente pero que pasaron a vivir y a figurar en el censo de otro municipio manteniendo el permiso de aparcamiento en zona verde. Nuevamente, una infracción difícil de descubrir para un controlador a pie pero que no escapa al nuevo sistema de vigilancia. «Son cuestiones que ya habíamos advertido que se iban a controlar por parte de los multamóviles y estuvimos quince días pidiendo a aquellos que incurrían en algún tipo de infracción de este tipo que solucionasen el problema», recuerda el edil.

Además, los multamóviles —la empresa municipal Tussa dispone de dos— también están sirviendo para mejorar el control sobre otro tipo de infracciones administrativas en las que incurren algunos conductores. Por ejemplo, para detectar a aquellos que no han abonado el impuesto de circulación.

Otro desajuste administrativo que está detectando es el de coches que siguen a nombre de fallecidos y cuyo nuevo propietario, normalmente un hijo u otro familiar, no ha cumplido con el trámite obligatorio del cambio de titularidad. Cuestiones que antes podían pasar desapercibidas pero que el multamóvil descubre en una sola pasada.

Las multas por los errores en el GPS no se harán efectivas

El concejal de Mobilidade compostelano, Gonzalo Muíños (PSdeG), hace un balance positivo de los primeros meses de funcionamiento del multamóvil. Es consciente de que aún hay cosas que afinar, como demostró el hecho de que el sistema, debido a un desajuste en el GPS, fallase en la zona de Vite-Guadalupe y multase vehículos que estaban estacionados correctamente porque el ordenador interpretó que ocupaban la zona verde, cuando no era así.

El edil garantiza que esas sanciones, que cuantifica en muy pocos casos, no se harán efectivas. Bien porque se detecten antes de enviarlas a los afectados o, en caso de que se haya llegado tarde y el conductor reciba la multa, porque el Concello aceptará los recursos que se presenten.

Aquellos a los que el multamóvil sancionó injustamente, no obstante, se quejan de que el fallo del sistema les ha ocasionado molestias. En primer lugar, por recibir una sanción que no sabían a qué se debía y, en segundo, porque tendrán que perder el tiempo en presentar un recurso.

Para Muíños, estos errores técnicos no empañan la buena marcha del multamóvil. «Hay que tener en cuenta que es un sistema nuevo y que hay que hacer ajustes», explica. Una vez que el control de las zonas verdes ya está en marcha, el paso ahora es empezar a vigilar los aparcamientos limitados a 15 minutos. «Están ahora con los últimos ajustes y en breve podremos empezar también a sancionar por estos incumplimientos», anuncia el concejal compostelano.