Los agentes municipales no practican pruebas de drogas a todos los conductores en los controles que realizan en las calles o tras un incidente de tráfico, ya que los reservan para situaciones en las que existe una sospecha previa de consumo, de ahí también el alto índice de positivos.
En cuanto a las sustancias más consumidas entre los conductores, son con mucha la diferencia el cannabis y la cocaína, que están detrás del 42 y el 41 % de las denuncias. Le siguen a mucha distancia las anfetaminas, con un 6,2 %, y los opioides —como la heroína—, con un 5,6 %. En el último puesto aparece la metanfetamina, con la que dieron positivo un 5 % de los conductores que habían consumido estupefacientes.