Un desplome en San Francisco agrava el problema de los muros de piedra en Santiago

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

XOAN A. SOLER

La propiedad hizo un arreglo de urgencia, pero la calle seguirá cortada hasta que un estudio garantice la seguridad de la zona

02 feb 2022 . Actualizado a las 10:52 h.

La caída de una pequeña parte del muro de la finca de San Francisco, en la rúa Entrerríos, volvió a poner sobre la mesa los problemas que acumula Santiago en los cierres de piedra de fincas públicas y privadas. El de las huertas de San Francisco no es el primero, y con casi total seguridad tampoco será el último.

El muro de San Francisco cayó el pasado 12 de diciembre, hacia mediodía, y todas las piedras se desplazaron hacia dentro de la finca del monasterio. No cayeron hacia la calle, por lo que no hubo que lamentar daños. Ese mismo día quedó cortada al tráfico la rúa, como medida de seguridad. Según informó la concejala de Urbanismo, Mercedes Rosón, la propiedad de la finca ejecutó unas obras de urgencia, que no suponen la reconstrucción del muro, sino solo la retirada de aquellas piedras que presentan riesgo de desplome. Estos trabajos de emergencia no convencen a los técnicos municipales, por lo que el Concello solicitó a la propiedad un estudio técnico «que evalúe y garantice la seguridad» antes de abrir al tráfico la calle. Rosón cree que este trámite no se demorará mucho más, pero insistió en que no se reabrirá la calle sin una garantiza absoluta de seguridad.

El muro de San Francisco solo es uno más de los muros de Santiago que han dado aviso de su deterioro. El caso más grave fue el de Bonaval, que cayó el 19 de diciembre del 2019, y que se cobró la vida de un vecino del barrio. Este muro fue reconstruido el año pasado. Con anterioridad a Bonaval, en Fontiñas se detectaron daños en varios muros, y el pasado año cayó parte del muro de la finca de Vista Alegre, concretamente en la zona del aparcamiento de la rúa Pelamios.

Más recientemente, los daños detectados en el muro que rodea el Pazo de San Lourenzo obligaron a cerrar el paso desde la carballeira hacia el Sarela. Estos daños se detectaron durante la elaboración de un estudio para comprobar el estado del muro después de que se cayera una parte del cierre, en la rúa de San Lourenzo. Tras meses de estudios y permisos, entre ellos el de la comisión asesora de Patrimonio por ser un bien protegido y estar en el Camino de Fisterra, la obra se ejecutó y la calle fue abierta. Aún está pendiente de arreglo parte del muro, paralelo al río Sarela, por lo que se mantiene cerrado el sendero peatonal.

Mercedes Rosón informó de otro muro más, también privado, en la rúa da Amanecida, en las inmediaciones de Vidán, que está pendiente de arreglo.

Sandra Alonso

Una cámara comprobará el estado del canal del Pombal

Los trabajos de reconstrucción del muro del Pombal continúan a buen ritmo, pese a la aparición de un canal, supuestamente de agua, del que no se tenía constancia en el estudio previos. El concejal de Obras, Javier Fernández, explicó que se realizará un trabajo más detallado del pasadizo encontrado para comprobar su estado, y garantizar que no supone un peligro para la seguridad del resto de la estructura. Fernández apuntó que se introducirá una cámara en el lugar, con el fin de recoger imágenes del canal y tomar las decisiones de acuerdo con los datos técnicos. El concejal apuntó que se están barajando opciones acerca de cómo se actuará con el pasadizo. Cabe la posibilidad de que se coloque una reja para cerrar el paso, pero al mismo tiempo, mantener a la vista el acceso. El concejal indicó que, según las primeras comprobaciones, el suelo está muy embarrado, y no es posible que una persona acceda sin riesgo.

En cuanto a las obras de refuerzo del muro, los obreros están abriendo una zanja, de aproximadamente un metro, que servirá de base al muro de piedras que hará de contención a la tierra del desnivel. Estas obras corresponden con la parte pública de los terrenos, y con su conclusión no será posible aún permitir el paso peatonal por toda la acera ascendente de la calle, ya que aún deberá reforzarse una parte del muro, que es propiedad privada.