Tras un año de retraso, la obra del cruce de Concheiros, en Santiago, ya solo está pendiente de los semáforos

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO DE COMPOSTELA

SANTIAGO CIUDAD

El cruce de Concheiros ha pasado a convertirse en una plaza de 6.000 metros cuadrados
El cruce de Concheiros ha pasado a convertirse en una plaza de 6.000 metros cuadrados PACO RODRÍGUEZ

La Consellería de Infraestruturas cuenta con poder dar por terminados los trabajos en febrero

27 ene 2022 . Actualizado a las 23:31 h.

Las reforma integral del cruce de Concheiros y las avenidas de Lugo y Rodríguez de Viguri debería haberse finalizado antes del Xacobeo del 2021, pero la aparición de numerosos problemas técnicos no previstos, entre ellos la antigüedad y mal estado de las tuberías que dan servicio de agua y saneamiento a muchos edificios de la zona, han hecho que la Xunta cruce ahora los dedos a la espera de poder cumplir la enésima fecha de inauguración: el próximo mes de febrero.

Los conductores llevan semanas viendo que casi todo está listo y el ritmo de trabajo hace tiempo que se ralentizó porque solo estaban pendientes unos alcorques y árboles que en los últimos días ya están colocados. Entonces, ¿qué falta ahora? Prácticamente nada. La Xunta, que es de la que depende la obra, explica que ahora mismo la empresa adjudicataria ya solo está pendiente de recibir los suministros necesarios para poder instalar el sistema de semaforización led.

La previsión con la que cuenta la Consellería de Infraestruturas es que los nuevos semáforos lleguen el próximo mes y su instalación no debería demorarse. La intervención, que ha supuesto un completo lavado de cara a la entrada del Camino Francés en Santiago se está alargando tanto que los vecinos están desesperados. No ya tanto por los trabajos que dependen de la Xunta, pero mucho más por los que contrató el Concello, que afectan a la calle Concheiros y que están tan retrasados que esta misma semana el Ayuntamiento ha tomado la decisión de abrir expediente a la adjudicataria —que es la misma que la del cruce— por no haber cumplido el último plazo autorizado para finalizar la obra, que era el día 22 de este mes.

Más allá de molestias, también hay ganas por ver concluido un proyecto que supone todo un hito en la zona norte de la ciudad. Los trabajos que dependen de la Xunta, que fueron presupuestados en 2,7 millones de euros, han convertido el cruce de Concheiros en una gran plaza de 6.000 metros cuadrados en la que los peatones tendrán preferencia para facilitar el paso de peregrinos. Además, la creación de dos nuevas rotondas, que ya están operativas, ha mejora notablemente la conectividad del barrio de Fontiñas al eliminar la antigua configuración de la avenida de Lugo, que fue concebida como una circunvalación.

La plaza ha dejado de contar con fotorrojo y el Concello medita llevarlo a Vista Alegre o San Lázaro

El del cruce de Concheiros fue el primer fotorrojo instalado en las calles de Santiago. El dispositivo, que multa y fotografía a los coches que se saltan el semáforo en rojo, tuvo que ser retirado cuando se iniciaron las obras de reforma en la zona y desde entonces está almacenado a la espera de que el Concello decida qué hacer con él.

La concejalía de Mobilidade considera que la nueva configuración del cruce hace imposible volver a instalar el fotorrojo en Concheiros, por lo que ya está trabajando con la vista puesta en llevarlo a otro lugar. Entre las zonas que podrían ajustarse a contar con este dispositivo están las de Vista Alegre-Romaño y la de San Lázaro.

No obstante, la opción de que permanezca en Concheiros no está del todo descartada. «Lógicamente, si técnicamente se puede mantener en el lugar que ocupaba, pues es algo a tener en cuenta, pero debemos estudiar todas las posibles ubicaciones y tomar una decisión», explica el edil de Mobilidade, Gonzalo Muíños (PSdeG).

Actualmente, en Santiago hay cuatro fotorrojos operativos —el quinto era el de Concheiros— que están situados en el cruce de San Caetano, en la plaza de España, en la calle Amor Ruibal y en la avenida de Romero Donallo.

El buen resultado que dan los radares informativos hace que los vecinos los pidan en rúa Roma

El buen resultado que están cosechando los radares informativos en Santiago, que no multan al infractor, pero sí le indican su incumplimiento y le dan las gracias cuando frena, ha hecho que cada vez más vecinos se interesen por contar con este tipo de dispositivos, que han demostrado que son muy eficaces a la hora de reducir la velocidad media en los lugares en los que se instalan. Los últimos han sido los de la rúa Roma, en Fontiñas, que por ser una vía con dos carriles es susceptible circular a más velocidad de la permitida.

La concejalía de Mobilidade, que apostó por este tipo de radares también denominados pedagógicos, analizará la posibilidad de llevar a esta calle alguno de los dispositivos actualmente disponibles, que como son completamente portátiles por pesar solo diez kilos y contar con un sistema de alimentación por placas solares, pueden fácilmente llevarse de una a otra vía. El último informe de la Policía Local demostraba cómo habían incidido para bien en la reducción de la velocidad en Xoán XXIII y Cruceiro de Sar.