Conflicto en Santiago por el centro sociocomunitario de Porta do Camiño

J. GÓMEZ SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Centro sociocomunitario Porta do Camiño
Centro sociocomunitario Porta do Camiño Sandra Alonso

Xunta y usuarios no se ponen de acuerdo sobre su reapertura

22 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El cierre, desde el inicio de la pandemia del covid, del centro sociocomunitario Porta do Camiño, anexo a la residencia de mayores, amenaza con un conflicto, por las discrepancias entre Xunta de Galicia y usuarios sobre su reapertura.

Sus instalaciones, como salón de juegos, peluquería, sala de rehabilitación, ciberaula, sala de lectura, cafetería con comedor; y los servicios que ofrecía de excursiones, bailes, pilates, pintura, informática, o actividades de memoria, las utilizaban de forma habitual unas 250 personas. Este colectivo recogió firmas para reclamar la reapertura. Si no prospera su petición, avanzan estar en disposición de organizar puestos informativos, concentraciones y pedir apoyo de asociaciones vecinales y de comerciantes para conseguirlo. Les han instado a que se trasladen a otros centros, que están abiertos «pero la mayoría somos del barrio y creemos en la reactivación de nuestros barrios, y creemos en la utilidad de estos centros para tal fin».

La Consellería de Política Social, de la que dependen este centro sociocomunitario y la residencia de mayores, explica sobre la no reapertura que se demanda que «este centro ten unha característica que o diferencia de outros e é que comparte instalacións cunha residencia. Non consideramos prudente, de momento, que ande xente ‘de fóra' entrando e saíndo da residencia para ir á cafetería ou á perruquería. A cafetería de Porta do Camiño, por exemplo, está no primeiro andar e hai que atravesar media residencia. De momento é mellor esperar».

Las personas usuarias agregan que, desde la dirección del centro, les indican que la no reapertura es «por motivos de seguridad». Rebaten que centro y residencia no comparten puerta de entrada, por lo que no son un peligro para el contagio de residentes «salvo cuando los residentes salen a la calle y están con el resto de los vecinos del barrio», dicen. Además, hay equipo de seguridad y control de acceso. Responsabilizan de la situación a la directora que, afirman «no cejó en sus amenazas de cierre, y una vez conseguido, las amenazas de no reabrir continúan por motivos únicos y personales de la propia directora». Insisten en que acudirán al Valedor «y a cuantas instancias hagan falta» para conseguir la reapertura del centro.