Rechazan dividir el Consello de Relacións Veciñais y dedicar uno específico al rural

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

cedida

Los representantes piden la reactivación del grupo y elecciones en mayo

22 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La reunión promovida por el concejal de Relacións Veciñais, Javier Fernández, con los representantes de las asociaciones de vecinos de Santiago reunió a 26 entidades de la ciudad y del rural, en la noche del jueves, en la Casa das Asociacións de Cornes. El objetivo era analizar la situación del Consello de Relacións Veciñais, que no se reúne desde el 2018, y que tiene pendiente la convocatoria de elecciones para renovar todos los cargos vecinales desde hace años.

Una de las propuestas que ocupó buena parte del debate fue la de dividir el Consello de Relacións Veciñais en dos, uno para la zona urbana y otro para el rural. La idea fue tajantemente rechazada por todos los vecinos asistentes, que apostaron por mantener una única línea de interlocución con el Concello. Algunas voces llegaron a plantear el hecho de que si no funciona uno solo, qué haría pensar que funcionarán dos. La iniciativa, que partió del Concello, venía motivada por el hecho de que las competencias vecinales están repartidas entre dos concejales, Javier Fernández para la zona urbana y José Manuel Pichel, del rural. Este último no estaba en la reunión, que fue convocada por su compañero de equipo de Gobierno.

Cruz Vázquez, presidente de Ferusa (Federación de Asociacións do Rural de Santiago), reclamó más «coordinación», y se mostró favorable a introducir cambios en el reglamento, pero solo después de su renovación y reactivación. Roberto Almuiña, de la Asociación Fonseca del Casco Histórico, coincidió en que la prioridad debía ser la de reactivar el consello, y para ello cree que la convocatoria de elecciones debía ser «o antes posible». Ante las sugerencias de cambios en el reglamento, Almuiña comentó que, entre los reunidos, había muchas dudas sobre el reglamento; por lo que se acordó enviar el documento a todos los asistentes para su estudio. Cruz Vázquez indicó que, desde el rural, se planteará reconsiderar el reparto de miembros, que ahora es de dos del rural y cuatro de la zona urbana.

En lo que coincidieron los portavoces reunidos es que las elecciones debían ser el primer paso, porque «o cambio do regulamento, que propón o concelleiro, leva mínimo un ano», indicó Almuiña. Se barajó como opción para las elecciones el me de mayo, y «en cualquier caso, que no coincidan con las municipales», sugirió la representante de Ferusa.

La reunión sirvió para trasladar el enfado vecinal por el «abandono da cidade»

El concejal de Relacións Veciñais tuvo que aguantar las duras criticas de los representantes vecinales, que mostraron su enfado por lo que consideran «unha cidade abandonada e pola falta de xestión» de las reclamaciones y necesidades apuntadas desde los colectivos vecinales, apuntó Roberto Almuiña. Los presidentes vecinales pidieron una reunión con el alcalde para hacerle llegar «directamente o diagnostico que fan os veciños, e no que coincidimos todos». La presidente de la Asociación de Guadalupe, Isolina Barreiro, volvió a entregarle al concejal un dosier con las carencias del barrio, «que es el mismo desde hace años, porque no se ha hecho nada». Barreiro dijo que los barrios están «abandonados. La ciudad está desatendida, solo se hacen cosas en el centro».

La portavoz vecinal llama la atención sobre Guadalupe, Vite, Pastoriza, entre otros barrios, «con aceras destrozadas, suciedad en los contenedores. En Guadalupe hay árboles que no se podan nunca», lamentó. Cruz Vázquez, de Ferusa, insistió en que «estamos muy atentos al pacto por el rural, que apoyan todos los grupos, pero que falta la firma. Reclamamos un millón de euros para avanzar el saneamiento y abastecimiento del rural», y para que se «atiendan viejas reclamaciones». Barreiro recordó que los «vecinos de los barrios también pagamos impuestos».