En algunas vías, como la avenida de Castelao y la de Xoán XXIII o la calle Cruceiro do Sar, se han colocado dos dispositivos, uno en cada sentido de la circulación, para obtener datos del paso de vehículos tanto en dirección entrada como salida. En los otros puntos donde se han colocado solo se instaló uno de estos radares que no multan. Fue en Poza de Bar, Entrerríos, As Salvadas, la calle de A Estrada, la de Lisboa y Antón Vilar Ponte.
El último lugar en el que se ha instalado uno de los radares ha sido en la calle Lisboa, en Fontiñas, una vía con fuerte pendiente, por lo que la concejalía de Mobilidade lo ha ubicado en sentido bajada, y aunque todavía no hay un estudio concreto de la Policía Local, la sensación es que también se ha reducido notablemente la velocidad media. «Estamos muy satisfechos porque los conductores cumplen y frenan cuando pasan por estos radares pese a que saben que no multan», señala Muíños. Además de su demostrada eficacia en la mejora de la seguridad vial, son una gran fuente de información, ya que contabilizan cada uno de los vehículos que pasan, pero también el día, la hora y la velocidad.