Kokó, un nuevo bar dedicado al «tardeo» en el Ensanche de Compostela

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Rodrigo Romero ofrece «cañas, tapas y buen rollito» en Kokó, el nuevo bar de Compostela.
Rodrigo Romero ofrece «cañas, tapas y buen rollito» en Kokó, el nuevo bar de Compostela. XOAN A. SOLER

Al frente del local está Rodrigo Romero, un joven de 24 años que cree que no es una locura apostar por la hostelería si se le pone ganas

08 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En el Ensanche de Santiago abrió sus puertas un nuevo bar que invita a no comerse el coco y a disfrutar del «tardeo» en su amplio local de la República Arxentina con «tapas, cañas y buen rollito». Kokó es el nombre del negocio, dirigido por tres socios de la ciudad con experiencia en la hostelería, decididos a ampliar la oferta vespertina de la zona entre las 16 horas y la 1.30.

Rodrigo Romero es la cara al frente del negocio en el día a día. Tiene 24 años y lleva desde los 18 en este sector, aunque hasta ahora nunca había sido él el jefe. El venezolano, afincado en la capital gallega desde una corta edad (los 4), explica que llevaba ya tiempo queriendo dirigir su propia empresa. De hecho, empezó a mirar locales ya antes del confinamiento. La pandemia «retrasó todos los planes», pero no tumbó su ilusión, dice. «Es un sector en el que hay mucha incertidumbre, que no lo está pasando precisamente bien y no sabes cuándo la cosa va a ir para atrás dependiendo de los contagios.... Muchos me dijeron que estaba loco por meterme en un negocio así en este momento, pero yo creo que depende todo de las ganas que le pongas y del enfoque que le des», señala. Contaba con el apoyo de sus otros dos socios, con los que ya había trabajado antes, y el impulso definitivo fue encontrar el espacio indicado.

Se trata de un local de 600 metros cuadrados con dos puertas que dan a la misma calle, en el que antes estuvo Xavi Tapas, bajo la batuta de Xavi Rodríguez. «Es inmenso y lo cogimos por tamaño y por ubicación. Es una zona muy buena, en la que vive mucho estudiante y también personas más mayores», destaca Rodrigo. En estos tres meses de actividad la acogida ha sido buena tanto por unos como por otros, constata el joven empresario, con una apuesta por una carta de bebidas y tapas sencilla y efectiva. Entre sus raciones incluyen desde la típica ensaladilla rusa, hamburguesas y patatas bravas hasta queso gallego con cebolla crujiente. Pero «las estrellas son el raxo, la tortilla y el perrito caliente», indica el copropietario de Kokó, quien cuenta actualmente con una plantilla de 5 personas.

Asegura estar satisfecho con su salto al mundo del autónomo tras ver la primera respuesta de los vecinos: «Estamos contentos. Vemos que los clientes vuelven porque les está gustando el concepto». «Además, hay fútbol y somos activos en las redes sociales», añade Rodrigo. Con un aforo de 280 personas, él y sus socios han decidido cerrar una parte del local y ofrecen una sala exclusiva para cumpleaños, cenas, reuniones u otro tipo de eventos privados.