El multamóvil de Santiago baja del centenar de sanciones en su primer día de funcionamiento

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO DE COMPOSTELA

SANTIAGO CIUDAD

Los multamóviles se están centrando en las zonas de residentes de barrios del norte de Santiago como Vite, la Almáciga o Vista Alegre
Los multamóviles se están centrando en las zonas de residentes de barrios del norte de Santiago como Vite, la Almáciga o Vista Alegre Sandra Alonso

Los infractores localizados por el nuevo sistema quedan lejos de los 900 a los que se llegó cuando las multas eran informativas

27 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El efecto multamóvil se ha notado y de qué modo en Santiago. El jueves, primer día de actividad del nuevo sistema de control de aparcamientos adquirido por la empresa municipal Tussa, el número de multas bajó del centenar, una cifra muy lejana de las de los días previos, cuando las sanciones eran solo informativas, en los que se llegaron a cazar hasta a 900 infractores.

Ese casi millar de conductores que habían estacionado de forma indebida sus vehículos fueron descubiertos por los dos multamóviles el pasado lunes. Un día después, cuando se comenzó a dar difusión a estos datos, esa cifra ya había bajado hasta los 270 y el jueves, cuando el sistema comenzó a multar, han sido menos de cien. El dato está por cerrar, porque aún se están depurando y contrastando los registros, pero en ningún caso se superará la barrera de los cien, según confirmó el concejal de Mobilidade e Seguridade Cidadá, Gonzalo Muíños ( PSdeG).

Hay que tener en cuenta que los dos multamóviles con los que cuenta ahora el Concello de Santiago tienen capacidad para controlar unos 5.000 vehículos al día. Que solo se haya sancionado a menos de cien de ellos en la primera jornada en la que el nuevo servicio está completamente operativo significa que los infractores cazados han sido solo el 2 % del total.

Todas las sanciones que impondrán los multamóviles tienen el mismo importe, 60 euros, que se rebaja a la mitad en caso de pago voluntario anticipado. Eso supone que la recaudación del primer día de actividad del nuevo servicio rondará los 3.000 euros.

La drástica bajada del número de infractores localizados por los multamóviles deja como clara evidencia que en Santiago había un elevado número de conductores que cada jornada estacionaban sus vehículos de forma indebida, especialmente en las zonas verdes de residentes de barrios del norte de la ciudad, como Vite, la Almáciga o Vista Alegre, que están muy cerca de las oficinas centrales de la Xunta en San Caetano, por lo que muchas personas ocupaban estos aparcamientos reservados para hacer gestiones.

Otro dato que habla a las claras del poder intimidatorio de los multamóviles es que en la jornada del jueves la empresa municipal de transportes, Tussa, ya ha podido comprobar que se ha incrementado el grado de ocupación de las zonas azules, las de la ORA. Y lo han hecho de un modo muy especial las que se crearon de forma más reciente, como la avenida de Ferrol, en las que la tasa de uso era baja especialmente por las tardes.

Llamadas implacables de residentes que piden mano dura

La puesta en funcionamiento de los multamóviles en Santiago no ha estado exenta de cierta polémica. La misma que surgió con los fotorrojos en algunos semáforos o con los radares fijos de la avenida del Castiñeiriño o de la SC-20 en Conxo y en el túnel del Hórreo, porque siempre hay quienes consideran que tras estos sistemas hay más un afán recaudatorio que la intención de velar por las normas de tráfico. Sin embargo, hay vecinos que lo ven de modo distinto y ya desde la primera jornada en la que el sistema estuvo operativo comenzaron a llamar a la Policía Local y al Concello pidiendo más mano dura y exigiendo que los vehículos pasasen por sus calles para multar a conductores que habían estacionado en zona de residentes sin serlo.