El Ensanche de Santiago festeja las bodas de oro de su catedral del libro, Follas Novas

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Silva, en su hábitat natural, entre libros en Follas Novas.
Silva, en su hábitat natural, entre libros en Follas Novas. XOÁN A. SOLER

Los vecinos del barrio rinden homenaje esta tarde a Rafael Silva, fundador de la histórica y famosa librería

09 nov 2021 . Actualizado a las 09:01 h.

En los últimos años del Franquismo, abrió en Compostela una librería que se atrevía a vender publicaciones marxistas. En un pequeño espacio, de poco más de 90 metros cuadrados, se inauguraba en diciembre de 1971 Follas Novas. Tres ex seminaristas fundaron el negocio, que con los años llegaría a disponer de más 1.000 metros cuadrados y ocho locales. Pronto pasó a ser su único propietario uno de ellos: Rafael Silva Costoyas. Este compostelano de adopción sigue, medio siglo más tarde, paseando entre estanterías cargadas de libros de texto, de medicina, idiomas, informática, literatura infantil, guías de viaje, teología, biografías, diccionarios... y será hoy el protagonista de un homenaje que le rinde el barrio. La asociación vecinal Raigame festeja esta tarde, en el salón de actos del centro sociocultural del Ensanche (en un acto con aforo limitado que exige inscripción previa), las bodas de oro de la histórica librería.

Conocida como la catedral del libro, con su icónica escalera de caracol y sus tres plantas repletas de conocimiento, por ella pasaron humildes e ilustres, estudiantes y eminencias, nobeles (como García Márquez, Cela o Saramago), artistas, atletas, músicos... Rafael dice que lo marcó la visita del escritor y periodista uruguayo Eduardo Galeano, por su cercanía. Reconoce que desde que se publicó en el 2004 la novela póstuma del chileno Roberto Bolaño 2666, en la que se cita a Follas Novas y hasta su dirección y teléfono, es habitual recibir llamadas desde distintos rincones del mundo preguntando si de verdad existe la librería, cuyo nombre recuerda el poemario de Rosalía de Castro.

Su dueño, un hombre de alargada sonrisa, voz agradable y melena canosa, es un lector apasionado y siente debilidad también por la pintura y las antigüedades. Además probó suerte —con éxito— en el mundo de la edición y como autor. El Silva escritor ha escrito hasta el epitafio con el que quiere que le recuerden, cuando llegue la hora: «Pretendí ser hombre bueno». Y con esa humildad recibe el veterano librero nacido en Silleda el tributo de sus vecinos (dos días antes de la celebración del Día de las Librerías), en el que participarán desde Xaquín Mato y Xosé Manuel Durán en representación de Raigame hasta el presidente de la Fundación Rosalía de Castro, Anxo Angueira. Y, como no hay un buen capitán sin una buena tripulación, es de recibo mencionar también a todas las personas que hicieron posible el funcionamiento de Follas Novas en estos 50 años, ya fuera en la dirección y la coordinación de la librería (como Amador Silva y José Luis Colmeiro) o como parte de una larga lista de colaboradores que difícilmente cabría en esta página.