Paluso pide ayuda para arreglar el local que le cedió el Concello de Santiago, que está de obra

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

Chus Iglesias, en el local que le ha cedido el Concello de Santiago y que ahora necesita acondicionarse
Chus Iglesias, en el local que le ha cedido el Concello de Santiago y que ahora necesita acondicionarse Sandra Alonso

La asociación necesita con urgencia materiales y trabajadores

07 nov 2021 . Actualizado a las 20:03 h.

La asociación Paluso, que atiende y apoya a cerca de 500 personas sin recursos en Santiago, lanza una nueva señal de socorro para garantizar su futuro y evitar tener que cesar en su actividad social. El primer SOS lo atendió el Concello, que para evitar un cierre obligado al quedarse sin local, le cedió uno de 120 metros cuadrados de superficie situado en el número 32 de la calle Amor Ruibal, junto al instituto de Pontepedriña. El problema ahora es que las instalaciones están de obra y hacen falta muchos recursos para arreglarlas y acondicionarlas. «Estoy muy preocupada y llevo tres noches sin dormir, porque si esto no está arreglado en enero, tendremos que cerrar», explica Chus Iglesias, responsable de la entidad.

En el estado en el que está ahora mismo el local cedido con el Concello, Paluso no puede trabajar. «Hace falta de todo, falso techo, divisiones, suelo, paredes, instalación eléctrica y de agua... es una obra completa», señala Iglesias. Ante esta situación, la entidad hace un llamamiento para pedir ayuda. De un lado, al Concello compostelano «al que le estamos muy agradecidos por habernos cedido el local», deja claro la responsable del colectivo, «pero quizás podrían enviarnos cuadrillas de operarios y ceder algún material», una petición que hace extensible a todas las empresas y personas particulares de la ciudad.

Fieles a su convicción de trabajar con el mínimo dinero posible, no quieren donaciones económicas, sino que tanto desde el Ayuntamiento como desde instituciones privadas o personas que quieran ayudar les echen un cable con mano de obra y materiales para poder llevar a cabo los trabajos en el local.

Esa ayuda, además, corre mucha prisa, porque Paluso tendrá que dejar en enero el local en el que ahora mismo desarrolla sus actividades. Las personas que se lo cedieron desinteresadamente ahora lo necesitan, por lo que si a principios del año que viene no está hecha la obra en el local cedido por el Concello la entidad se vería obligada a dejar su actividad de apoyo a personas necesitadas.

La primera ayuda ya ha llegado, porque cuentan con una empresa de arquitectura que se ha ofrecido a hacerles gratuitamente el proyecto de instalación eléctrica y unos amigos de Chus Iglesias van a redactar el proyecto urbanístico necesario para acometer los trabajos, que necesitarían obviamente un permiso municipal para el que también esperan colaboración por parte del Ayuntamiento.