Abre una academia para formar costureras y ampliar así su negocio de arreglo de ropa

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

XOAN A. SOLER

«Hay que reinventarse cada poco y estar atento a las oportunidades», afirma Fran Sánchez

05 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

No hace tanto que Tijeras y Dedal se puso en marcha para recuperar un oficio casi desaparecido: el de los arreglos a domicilio. Cuando empezó, algunos dudaron de la viabilidad, pero a Fran Sánchez nada lo paró. «Es un éxito, y el único problema es que no hay costureras para hacer todo el trabajo. Tuvimos que darnos un respiro, y no coger más, porque no quiero que la gente quede descontenta por tardar en sus arreglos». Del problema surgido, Fran descubrió otro nicho de trabajo. «Hay que estar atento, aparecen oportunidades y hay que saber leer lo que nos dicen». Al ver la dificultad para encontrar modistas se planteó que la solución era crear su propia plantilla, y dicho y hecho. Ayer, 4 de octubre, comenzó a andar su academia de corte y confección en la rúa Anxeriz de Milladoiro. «Habrá dos tipos de formación: una para los que quieran aprender para hacerse arreglos o confeccionar alguna prenda, y el que permitirá preparar a varias personas para dedicarse profesionalmente a la costura». En solo unos días, la matrícula llegó a 30 personas, y «aun es posible apuntarse». Otro de los negocios que puso en marcha, «siempre vinculado al mismo sector, es el de arreglo de las máquinas de coser». Fran, en sus clases de corte, también ofrecerá lecciones para aprender a usar las máquinas, porque «muchas de las averías que están llegando es por fallos al usarlas». Su negocio de arreglo de máquinas de coser tampoco deja de crecer, «no es para hacerse rico, pero puedes trabajar y ganar un sueldo para vivir, que en definitiva es a lo que hay que aspirar». Este empresario, que desborda y contagia el entusiasmo, cree que «es bueno estar pendiente del entorno: cuando vi la necesidad de mascarillas, me lance a ello; ahora hay muchas, así que a otra cosa. Hay que reinventarse para sobrevivir. No puedes quedarte parado, esperando a que te traigan las cosas a la puerta». Ayer abrió su academia, pero su cabeza no para y ya está fraguando otra idea, que promete contarnos «cuando esté lista, es un proyecto innovador». Buena suerte..

XOAN A. SOLER

Campanas de boda al final del Camino

A Marc Ramonell le gusta el Camino de Santiago y recorrió la ruta en una ocasión anterior, pero el domingo llegó junto a su novia, Sara Suari. Este último Camino será inolvidable para la pareja de Mallorca. Sara, en la Praza do Obradoiro, le pidió matrimonio a su novio. «A Marc le encanta el Camino, y después de hacerlo juntos pensé que era un símbolo bonito». La respuesta fue la esperada, y la boda se celebrará el próximo año. No hubo anillo. La novia le regaló una pulsera con las coordenadas exactas del lugar donde se conocieron. Este año recorrieron en 5 días el Camino desde Sarria. El próximo año repetirán experiencia, pero «más preparados y por el Camino del Norte».

Blanca Roig, muy arropada

El homenaje a Blanca Roig, profesora-investigadora ad honorem, reunió a filólogos de Galicia, Portugal y Brasil en Santiago. Impulsado por el Centro Ramón Piñeiro para a Investigación en Humanidades, a cargo de Marta Neira y Armando Requeixo, el acto académico se celebró en la Cidade da Cultura y la comida en el Hotel NH Collection. Además del rector de la USC, Antonio López, asistieron Darío Villanueva, Víctor Freixanes, Mercedes Brea, Manuel González y Pilar Lorenzo, así como promociones más jóvenes como Mar Fernández, Lali Agrelo o Lourdes Lorenzo. Casi la familia en pleno acompañó a Blanca, nietas -Carmen y Lucía- incluidas, y el deán de la catedral, José Fernández Lago, que también es pariente. Y a la homenajeada se le entregó Verbas amigas, un grueso volumen plagado de estudios que firmaron sus colegas.