El sector turístico teme de nuevo la incertidumbre tras un buen verano

r.m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

XOAN A. SOLER

Los grandes hoteles lamentan que las restricciones de Galicia le resten competitividad

23 sep 2021 . Actualizado a las 23:38 h.

Después de 15 meses llevándose los azotes económicos más duros de la pandemia, el sector turístico respiró por primera vez con cierta tranquilidad este verano. Santiago fue un claro reclamo para el turismo nacional. Lo puede atestiguar cualquier compostelano que se haya quedado en la ciudad. Y lo confirman las cifras de ocupación. No fueron las propias de un Xacobeo, sobre todo en julio, pero tampoco este fue un año santo al uso. Ese, aun con las secuelas restrictivas que pueda dejar la pandemia, se espera para el 2022. Pero con lo que venía de atrás, el verano no solo fue bueno, sino que resultó como agua de mayo. «Ha sido un buen verano. Mejor de lo que esperábamos», resuelve el presidente de Asociación Hostelería Compostela, Thor Rodríguez. Julio rondó el 70 % y ya se empezaban a ver beneficios. Agosto ya fue otra cosa. Rozó el 90 % y con un pico del 93 % en el puente de mediados de mes.

Fue un mes excelente, también para los establecimientos de mayor categoría. Entre estos hubo hoteles cuyos resultados estuvieron por encima de cualquier año anterior desde su apertura, dice Esteban Iglesias, director del NH Collection y presidente de Unión Hotelera Compostela (UHC). A una semana de concluir, septiembre se aventura como un buen mes, aunque la previsión de Hostelería Compostela ya es más comedida, el 53,5 de ocupación.

Pero con el estío despidiéndose -el otoño arrancó ayer-, el temor es que el verano acabe quedándose en un oasis. El sector quiere mirar al frente con optimismo, pero de momento lo que ve es incertidumbre. Incertidumbre por la combinación de un clima menos benévolo con las restricciones que imperan todavía. Y eso hace aparecer el fantasma de los ERTE. «Dos meses de beneficios no solucionan nada» después del año y pico «de pérdidas», dice Thor Rodríguez. Y ni siquiera las «sensaciones positivas» que puede traer la vuelta de la temporada de congresos, el alto nivel de vacunación y la paulatina recuperación de la agenda cultural ahoga esa incertidumbre. «Seguimos con dudas», dice.

Más que dudas es lo que tiene Esteban Iglesias. El suyo es un sector que, llegado el otoño, vive mucho del turismo de congresos, y las restricciones no se lo están poniendo nada fácil. De hecho, entre los hoteles de UHC el nivel de reserva para octubre ahora mismo está en un 43 %, un «dato malo». A estas alturas, en años prepandemia rondaría el 70 %. La incertidumbre parece mayor entre los hoteles con capacidad para albergar eventos y reuniones, «muy lastrados por las restricciones sanitarias». Y especialmente lastrados en Galicia, observa Iglesias. «Con este nivel de reserva nos perjudica mucho que las restricciones en Galicia sean de las más severas a nivel nacional, cuando es la tercera comunidad con la incidencia acumulada más baja».

Y eso, dice el director del NH, no los hace competitivos frente a los hoteles de otras comunidades incluso con incidencia acumulada más alta. De hecho, Santiago ya perdió reservas para reuniones o convenciones por ese motivo: «Eso nos perjudica. Los hoteles seguimos siendo los olvidados por la Administración». Y advierte del riesgo de entrar «en una tercera ola de ERTE» por esas restricciones. Con una incidencia «sanitaria buena», entiende que «toca ya primar la economía, como está haciendo el resto de España y Europa».

El Xacobeo del 2022, la gran esperanza para recuperarse

Las reservas de última hora siguen estando al día. La incertidumbre de la continuidad que tendrá la pandemia y las medidas restrictivas, pese al avance de la vacunación (en Galicia ya supera el 90 %), sigue haciendo que los viajeros programen muy a corto plazo, lo que tiene al sector un tanto a ciegas en cuanto a las perspectivas hasta final de año.

Con todo, Santiago se ha mantenido bien situada en los destinos urbanos. Hosteltur la identificaba como el más demandado para el período septiembre-octubre, con un incremento del 56 % con respecto al mismo período del 2019. El dato lo apuntaba hace unos días el alcalde. «Un dato moi significativo», decía ayer Sánchez Bugallo, satisfecho con el resultado del verano. «A ver se entramos nunha etapa de recuperación», dice, en la que para Santiago será decisivo el año santo 2022, aunque observa que la clave de todo está en la «seguridade sanitaria». Sin ella «o resto cáese todo». En el Xacobeo sigue confiando también el sector para iniciar una remontada que de momento no ve tan clara para el último trimestre del año.

Al margen de esas expectativas, CA preguntó ayer al gobierno por la utilidad de los estudios sobre turismo en los que gastó ya 130.000 euros