Los multamóviles ya circulan por Santiago en pruebas y multarán desde octubre

r. m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

XOAN A. SOLER

Durante 15 días se comprobará su funcionamiento en la ORA y zonas de residentes

21 sep 2021 . Actualizado a las 10:41 h.

Los vehículos para el control del estacionamiento (más conocidos por multamóviles) que vigilarán las zonas de aparcamiento de residentes y la ORA ya ruedan por la ciudad. En la tarde de este lunes ya se dejó ver el primero y este martes lo hará el segundo. Y no pasan precisamente inadvertidos. Rotulados en blanco y verde, con la imagen corporativa de Tussa y con el objeto de su función bien legible, se hacen notar, aunque son las cuatro cámaras que llevan incorporadas sobre su techo lo que captan realmente la atención. Serán los ojos que en adelante controlen el estacionamiento en aquellos espacios de la ciudad que gestiona Tussa, aunque de momento están a prueba, sin multar.

Al contrario que en otras ciudades, donde su función está más abierta a todas las vías urbanas, en Santiago su uso se ceñirá a los espacios de aparcamiento regulado: la ORA (incluida la correcta utilización de las plazas de carga y descarga de su ámbito), las plazas exprés (de quince minutos máximo de parada) y las áreas de estacionamiento para residentes (también conocidas como zonas verdes).

La fase de pruebas durará al menos dos semanas, con lo que no comenzarán a multar hasta octubre. Después de calibrar las cámaras, estos días recorrerán las zonas que serán objeto de su inspección para contrastar su funcionamiento y para que el personal de la empresa municipal de transportes (Tussa) inicialmente adscrito al nuevo servicio se forme y familiarice con él. Serán quince días también de concienciación para los conductores que hacen un uso incorrecto de estos espacios, porque, tras la fase de pruebas se activará la sancionadora. Ambos vehículos comenzarán a multar. El Ayuntamiento lo advertirá con antelación, pero inicialmente se estima que esos quince días son suficientes para poner todo a punto.

Los ciudadanos se encontrarán con dos vehículos distintos ejerciendo ese control, un Renault Clio y un Opel Agila, porque los coches no son de nueva adquisición. Son del parque móvil de Tussa, que con el traslado de la estación de autobuses al centro de la ciudad ha podido prescindir de ellos para otras funciones. La empresa municipal solo ha adquirido el equipamiento físico y el Software para el control del aparcamiento, con los que ha equipado ambos vehículos.

Las cuatro cámaras permiten una amplia visión y a ambos lados del vial. Leerán placas hasta a 30 metros de distancia y en vehículos estacionados tanto en batería como en línea. Esas eran dos de las prestaciones que exigió el Concello en un concurso que se dirimió a favor de la firma Lector Vision, S.L., que ofertó un importe de 115.000 euros (sin contar el IVA).

Las zonas de estacionamiento para residentes serán el principal objeto de vigilancia de ambos vehículos y sustituirán al control personal que se hace actualmente, y que seguirá hasta que los multamóviles comiencen a sancionar. Con estos será más difícil escapar de la inspección para quienes utilizan esas zonas sin el distintivo municipal apropiado. Lejos de lecturas de afán recaudatorio, el gerente de Tussa, José Ramón Mosquera, cuenta con que estos vehículos contribuyan «a un reparto xusto do espazo público e a que a xente estacione onde ten que estacionar», dice expresamente sobre las zonas de aparcamiento de residentes.

El personal de Tussa se formará estas dos semanas en su manejo

Los próximos 15 días serán de formación, comprobación y manejo del sistema para el personal de Tussa que tenga que asumir el control del aparcamiento regulado. En principio precisa cinco o seis personas para el servicio, aunque al final todo el personal de la grúa y la ORA acabará familiarizándose con su manejo, para asegurar su funcionamiento en todo momento. Pero ese plazo se precisa también para cerrar el procedimiento administrativo para ver cómo se emiten y gestionan las multas a las que dé lugar esa vigilancia, entre otras cuestiones. Todo ellos se resolverá mientras los vehículos circulen en fase de pruebas por las zonas que serán objeto de su atención en adelante.

Las imágenes de situaciones contra la normativa que capten ambos vehículos se enviarán a un servidor central, donde se validarán, para proceder a la emisión de las denuncias por parte de la propia empresa municipal o para remitir, aquellas que sea necesario, para la validación por parte de la Policía Local, pero en el caso de las zonas verdes serán ya de tramitación por parte de Tussa, al igual que sucede ahora, con la inspección personal que se hace en esos ámbitos.