Adiós a los bordillos que reventaron decenas de neumáticos en Santa Marta, Santiago

c. martínez / s. l. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

SANDRA ALONSO

Los vecinos celebran el perfilado de las aceras tras años de pinchazos

27 ago 2021 . Actualizado a las 16:59 h.

La reforma llegó tarde, pero ya es un hecho. Después de años sufriendo numerosos reventones de rueda en sus afiladas aceras, las calles de Santa Marta lucen unos bordillos recortados, que permiten a sus vecinos y visitantes aparcar con más tranquilidad. «Xa o puideron facer antes», manifiesta Ángeles Rodríguez, camarera en el bar Samarkanda. Ella pinchó ruedas tres veces rueda, dos de ellas, en tres semanas. «A última en febreiro deste ano», explica. Solo con mencionar el tema en este conocido bar del barrio, clientes habituales muestran signos de reconocer la situación. «A min nunca me pasou, pero si coñezo xente á que si», asegura José Manuel Turnes mientras es atendido. «O problema é a xente de fóra, que non sabe o que pasa, porque nas curvas, si non te abres ben, tamén podes cortar», añade.

Un claro ejemplo de esto último es el caso de Noelia López, recién mudada a un piso en esta zona: «Pinchei fai aproximadamente dúas semanas». Con la mala suerte de que escasos días después empezaron a pulir los bordillos cortantes. Pero no fue la única. Laura Outes explica que «cuando me mudé hace tres años, me pasó, y me sirvió para tener más cuidado».

La historia se repite en otro bar de la avenida da Liberdade. El encargado de La Bodeguilla, José Míguez, apunta a que varios trabajadores sufrieron los famosos reventones, incluso «houbo reincidentes». Lamenta también los pinchazos de numerosos clientes de su establecimiento: «Vén alguén a propósito a comer aquí, e coméntache que acaba de rebentar unha roda por culpa dunha beirarrúa... dáche rabia». Aunque Míguez se muestra satisfecho, porque «sendo un problema que tiña remedio, é unha boa iniciativa por parte do Concello».

Las afiladas aceras se ensañan con las ruedas, pero también con los bolsillos de los que sufren este tipo de contratiempos. Jesús Redondo, que tiene un taller en la zona, asegura que es una situación antigua que han vivido clientes suyos. Estima que un neumático estándar ronda los 70 euros, pero en muchos coches actuales que requieren mayores prestaciones suponen un desembolso todavía mayor. Así, el simple choque con el bordillo saldría por 140 euros, y eso sin contar los gastos de montaje del neumático.

«Estas obras deberían de funcionar, pero non o sabemos con exactitude»

El barrio de Santa Marta no es el único con este tipo de acabado en las aceras. Pontepedriña o San Lázaro también fueron urbanizados con este tipo de remates. El edil de Obras, Javier Fernández, explica que, aunque están autorizados, son conscientes de los numerosos pinchazos que han causado. «Estas obras deberían de funcionar, pero non o sabemos con exactitude porque é a primeira vez que se fan», asegura sobre el perfilado de las aceras. Terminadas en las principales calles de Santa Marta, ahora están detrás de O Paxonal.