Una cuidada exhibición pirotécnica despidió el Apóstolo desde el Gaiás

r. martinez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

La intermodal resultó el mirador perfecto, aunque el espectáculo fue visible en toda la ciudad

02 ago 2021 . Actualizado a las 23:21 h.

Quería sorprender y lo hizo. La firma valenciana Ricardo Caballer desplegó ayer su magia sobre la Cidade da Cultura para decir adiós a otro Apóstolo tocado por el covid pero que se despidió a lo grande, con la artillería pirotécnica de 1.300 kilos de pólvora y unas filigranas aéreas que dejaron muy buena impresión y aplausos, sobre todo en el entorno de la intermodal, con vistas inmejorables al área de lanzamiento y hacia la que se enfocó la demostración aérea, visible desde zonas elevadas de toda la ciudad.

El espectáculo fue de los que la primera firma española del sector, y de las más reconocidas a nivel internacional, tiene en su catálogo de exhibición. Uno de esos montajes «delicatessen», según su responsable, Juan Manuel Humanes, que apenas se ven en España, porque la demanda habitual se va más a lo convencional.

Pero nada tuvo de convencional el despliegue de anoche. Y en ello tuvo mucho que ver la plataforma giratoria de 52 metros de alto instalada sobre el Gaiás, que introdujo una nueva línea de lanzamiento con una versatilidad de salida de los elementos pirotécnicos que no permite el disparo a ras de suelo. Desde cota cero, la pirotecnia sube recta, pero desde esta plataforma se puede mover en todas las direcciones, lo que permitió emerger sobre el cielo de la Cidade da Cultura algunas figuras con el efecto 3D que anunciaba Humanes el pasado día 22 en Raxoi, cuando presentó este espectáculo y el de la noche del 24 con el concejal de Festas, Gonzalo Muíños.

Potencia, intensidad, color, diseño y ganas de dejar atrás la pandemia se hicieron ayer con el cielo de Santiago desde un espacio privilegiado -por su altitud y por las condiciones que ofrece para el lanzamiento- para llegar a prácticamente toda la ciudad sin necesidad de aglomeraciones. Esa era la idea de la elección del Gaiás, además de poner un colofón de altura a las fiestas. Porque, finalmente, el cielo se portó de nuevo y, aunque cubierto un par de horas antes del espectáculo -incluso más que el pasado sábado- la visibilidad fue buena.

Las limitaciones que todavía impone la pandemia para el contacto social y el control de aforos que marcan los protocolos contra el covid-19 apenas permitieron ver en la programación festiva que estamos en Xacobeo, pero el espectáculo de ayer, más fino y con la potencia más medida que el del 24, fue digno de la ocasión.

«Santiago hace una apuesta muy grande por los fuegos artificiales»

Caballer se encuentra cómoda en Santiago, en donde en los últimos trece años ha puesto color al cielo compostelano en ocho ocasiones. Y lo está expresamente porque esta ciudad «hace una apuesta muy grande e importante por los fuegos artificiales», lo que también anima a la firma valenciana a «poner en valor determinados productos en ella, porque los valora y aprecia», dice Juan Manuel Humanes. Y eso es lo que persiguió anoche, con elementos pirotécnicos que no es fácil observar en España, afirma, donde se suele entender que peso y duración aseguran el mejor espectáculo, añade. Pero esta ciudad sí presta atención a la originalidad, el diseño y las cuestiones técnicas, dice Humanes.