Un nuevo concepto de bar llega a la plaza de San Clemente

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

Café La Morena abrirá sus puertas en Compostela, con una carta en continua evolución y un espacio abierto a propuestas, que buscan sorprender cada día

23 jul 2021 . Actualizado a las 12:04 h.

En la plaza de San Clemente olía a nueva apertura desde hace días. Donde estuvo el restaurante Ángel, el montaje de mesas y sillas y las cajas de cartón apiladas anunciaban el desembarco de un negocio. Se trata de Café La Morena, que llega con un nuevo concepto de bar a Santiago. Detrás de este proyecto, cocinado a fuego lento, están cuatro mujeres de Santiago. Son Marina López, Esperanza Prado, Alicia Vilela y Esperanza López; quienes se han propuesto marcar la diferencia con una carta en continua evolución y un espacio vivo, donde además de servir comida sucedan muchas otras cosas. De entrada, y coincidiendo con su próxima inauguración, habrá una pulpeira y se presentan con una carta efímera (diseñada para este fin de semana, como primera toma de contacto, incluye desde tacos de merluza hasta mejillones thai o canelones de ensalada cóctel).

«Queremos ser referente en los desayunos», explican, y han elaborado una completa lista de propuestas para despertar con el mejor pie, así como para las meriendas y brunch: empezando por un buen café, bowls, smoothies, pancakes, tostas... «Abrimos muy temprano, a las ocho de la mañana, y estamos hasta la una de la noche, de forma ininterrumpida», apuntan. En el servicio de comidas y cenas, su intención es seguir sorprendiendo e «ir cambiando los platos continuamente para que la gente se encuentre cada vez con algo distinto y con unos precios asequibles, para todos los bolsillos». La Morena dispone de un local de algo más de 300 metros cuadrados (además de una terraza con 18 mesas), distribuidos en tres ambientes y disponibles para acoger celebraciones y eventos.

PACO RODRÍGUEZ

Las socias han decidido aprovechar las posibilidades que tienen a su alcance para hacer una apuesta firme por la cultura, con una programación propia que esperan poner en marcha de cara a septiembre. «La idea es celebrar un pequeño concierto, una obra de teatro, presentaciones literarias... pero, además, estamos abiertas a cualquier propuesta que nos llegue, desde poner nuestra cocina al servicio de cursos hasta hacer aquí clases de yoga una vez por semana o un mercadillo solidario. Nos gustaría que cualquier persona que tenga una idea distinta venga se sienta libre de contárnosla para valorarla». Además, el establecimiento cuenta con una zona específica para la venta de productos: «Empezamos con conservas, quesos, vino y producto gallego. También habrá vajilla y cerámica y, al final del verano, queremos llegar a un acuerdo con la gente que tiene su propia huerta para ofrecer aquí ese género fresco».