Manuel Prieto volvió a la calle con su carrito de helados: «Non sei como agradecer todo o apoio, só son un humilde xeadeiro e castañeiro»

SANTIAGO CIUDAD

Los ambulantes de recuerdos y artesanía de Santiago no prevén salir hasta el fin de semana
23 ago 2021 . Actualizado a las 18:12 h.Manuel Prieto Álvarez, el heladero de Porta Faxeira, reconoce que el último mes, sin actividad mientras se resolvían las nuevas licencias para la venta ambulante de temporada en el casco viejo, fue muy duro: «Tiña medo a que pasara algo e quedar sen o meu medio de vida». Incluso cuando le confirmaron que este lunes se aprobarían «seguín tendo as miñas dubidas; sempre podía pasar calquera cousa». Pero el anuncio de la aprobación no fue suficiente para que Manolo empujara su carrito hasta Porta Faxeira ese mismo día. Aún tenía que aclarar el tema de las tasas, que no tendrá que abonar. «Xa a paguei en xaneiro», aunque «se me din que teño que volver pagar, ía disposto ao que fose».
La tarde del lunes la dedicó a preparar su carro y el de su mujer, Ofelia Asorey, con puesto en la Alameda. Sus ganas por recuperar la normalidad le hicieron poner rumbo a Porta Faxeira a las tres y media de la tarde de ayer desde Concheiros. No fue fácil sacar los carritos del almacén por el estado de la calle, debido a las obras, pero el ansia por llegar al lugar donde vende sus helados desde hace décadas «axudaron a empuxar», bromea. Manuel se sumó a la empresa familiar con 13 años (ahora tiene 68), acompañando a su padre, y se confiesa abrumado por el apoyo recibido en las últimas semanas: «Non sei como agradecer todo o apoio da xente, teño que recoñecer que nunca o houbese imaxinado, só son un humilde xeadeiro e castañeiro». Muchas llamadas ha recibido este mes, «ata dende programas de Madrid, non sei como pode chegar tan lonxe o meu caso», decía hace días.
El listado municipal para la instalación de heladeros y castañeros consta de cinco autorizaciones. Además del permiso de Prieto para Porta Faxeira, se autorizó a Ofelia Asorey en la Alameda (helados) y Cantón do Toural (castañas), a Brígida Hermida en Cervantes (helados) y a José Varela para la Praza do Toural (helados).
Los vendedores de recuerdos y artesanía se preparan para volver a la actividad
La satisfacción no es plena entre el colectivo de los vendedores de recuerdos aunque el Ayuntamiento haya adjudicado ya los puestos, porque siguen considerando que su «expulsión» de las plazas más emblemáticas del entorno de la Catedral supondrá un golpe para sus intereses económicos. Sin embargo, las once medalleiras autorizadas se reunieron ayer para organizar los espacios. Pilar Rama, una de las más antiguas, asegura que la relación entre ellas es «muy buena y nos pondremos de acuerdo». Aun así deberán hablar con las otras personas de la lista para que «no haya ningún problema».
No pueden confirmar cuándo volverán a poner sus puestos en la calle, pero «sí o sí, el fin de semana estaremos ahí». Y si se resuelven todos los detalles organizativos, «saldremos antes». Ahora intentarán que el Concello revise la situación de una persona que quedó en lista de espera porque «no tiene puntos; seguramente cometió algún error en la entrega de la documentación». Se trata del hijo de una vendedora veterana, que asume su licencia. El colectivo desconoce si tendrá que volver a pagar las tasas, y les molesta que se diga que «estamos ilegales y que no pagamos: no es cierto, todos los años pagamos».
En la lista de los puestos de recuerdos aprobados hay 14 autorizaciones, y dos en lista de espera. Tres de los 16 solicitantes pidieron para recuerdos y artesanos, por lo que deberán elegir o uno u otro. Los de recuerdos se instalarán en A Inmaculada (6), Xoán XXIII (3), Rúa Nova (2), San Francisco (2) y Carretas (1). Sus permisos son para siete meses. En la lista de artesanos hay 17, incluyendo los 3 que han de renunciar a una de las opciones. Se distribuyen en A Inmaculada (5), Salvador Parga (8), Cervantes (3) y Fonseca (1). Los permisos son para tres meses.