La pandemia animó a reciclar más en Santiago y los envases ligeros subieron un 12 %

r.m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Sandra Alonso

El papel y el cartón descendieron, un reflejo de la caída de la actividad

07 jun 2021 . Actualizado a las 09:19 h.

La pandemia ha animado a los compostelanos a reciclar más. Al menos a nivel doméstico. Es la conclusión que dejan los datos de la recogida selectiva de residuos del pasado año, con subidas significativas en envases ligeros (12,26 %). Aunque en menor medida, las cifras que maneja la concesionaria del servicio de limpieza permiten observar igualmente una mayor concienciación con el tratamiento separado del vidrio, pese a que solo se retiró un 0,56 % más que el año anterior. En esencia, los datos se mantienen, pero eso, aunque a priori no lo parezca, evidencia un importante incremento del uso de esos recipientes en los hogares (y un mayor interés reciclador), dado que la hostelería, el gran productor de ese residuo, se vio afectada por el cierre del confinamiento y las limitaciones horarias y de aforo posteriores.

Lo que sí retrocedió fue la recogida de papel y cartón. La caída de la actividad comercial y hostelera tiene un claro reflejo ahí. En el 2020 se retiró casi un 11 % menos, aunque el retroceso es desigual para la recogida en contenedores (doméstica esencialmente) y la que se hace puerta a puerta (comercio). El primer caso cedió apenas un 5 % (4,81 %), mientras que en el segundo la caída fue del 27,41 %. Pero también hay que tener en cuenta que se generaron menos residuos de ese tipo: por más que las compras por Internet se hayan animado con el confinamiento, dista mucho del cartón que mueve el comercio directo y la hostelería.

En cifras absolutas, los compostelanos generaron el pasado año dos millones de kilos de envases ligeros (2.003.920) y 1.556.460 de vidrio -no contabiliza la recogida puerta a puerta de la hostelería en el casco viejo-, mientras que de papel y cartón se retiraron 2.386.160 kilos. Con todo, con esos datos, la recogida selectiva supone solo el 14,3 % de los residuos que genera la ciudad. Es el porcentaje más alto de los últimos cuatro años, pero está lejos todavía de los objetivos de la UE.

Aunque en términos absolutos, la ciudad recicla más cartón y papel que cualquier otro residuo, el compromiso más creciente de los compostelanos está con los envases ligeros. Todavía queda mucho trabajo concienciador por delante, pero en el último lustro la recogida de este resto creció un 34 %, por un 7,5 % del vidrio y casi un 3 % del cartón.

El reto inmediato parece consolidar el avance de este año, sustentado, en buena medida, en la mayor disposición de tiempo para separar. La concesionaria del servicio tiene claro que eso es clave -«os xubilados reciclan moitísimo», dice-, y el confinamiento fue facilitador. La cuestión está en que no se quede en una concienciación pasajera, sino en una filosofía de vida.

La merma de población flotante redujo los residuos sólidos un 9 %

Lo que sí bajó claramente el pasado año en la ciudad fue la generación de residuos urbanos. El confinamiento, las restricciones a la movilidad en ese período, y posteriormente, las limitaciones de aforo y horarios a los que tuvo que hacer frente la hostelería han quedado reflejados en las cifras del pasado año, como a nivel nacional. En el caso de Compostela la caída fue del 9 %.

La ciudad, que en el 2019 había rozado la barrera de las 40 toneladas de residuos sólidos urbanos (39.616.360 kilos), después de las subidas por encima del 1 % de los dos años anteriores, se quedó en los 35.699.880 kilos. La merma de la población flotante que trajo el confinamiento, las restricciones a la movilidad, los ERTE, el parón turístico y el teletrabajo, que restaron clientela a una hostelería ya muy condicionada por sus propias restricciones, se hicieron notar.

Con la licitación de la nueva concesión del servicio de limpieza en marcha, el próximo contrato ha de contemplar el quinto contenedor, que introducirá la separación también de la fracción orgánica en la ciudad, para seguir avanzando en la separación de cualquier residuo reciclable.

Material electrónico, 142 % más

Pero el 2020 y el tiempo libre involuntario de muchos en el confinamiento ha dejado también datos curiosos. Los puntos limpios fueron un hervidero en las primeras semanas de aquel encierro. Muchos vieron la ocasión para hacer limpieza y deshacerse o sustituir pequeños electrodomésticos. Hasta para renovar colchones. Los puntos limpios recibieron el pasado año el equivalente a casi 140.000 kilos, un 8,8 % más. Pero el material electrónico subió un 142 %. Pasó de 45.759 kilos en el 2019 a 110.920.