Esta santiaguesa borda a los personajes icónicos del cine y series, y su fama ya ha llegado a la otra punta del mapa

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Banet, con algunas de sus obras, en la feria Pont Up de Pontevedra. La santiaguesa cuenta que hasta ahora tenía el taller en la tienda de su madre, pero antes de la pandemia decidió (en buena hora) trasladarlo a su propia casa, en Carreira do Conde, al disponer de espacio.
Banet, con algunas de sus obras, en la feria Pont Up de Pontevedra. La santiaguesa cuenta que hasta ahora tenía el taller en la tienda de su madre, pero antes de la pandemia decidió (en buena hora) trasladarlo a su propia casa, en Carreira do Conde, al disponer de espacio. ALBA SOTELO

El trabajo de Minia Banet, que conjuga fotogramas e hilos, ha sido reconocido en revistas como «Vogue España»

06 jun 2021 . Actualizado a las 10:27 h.

Ella es una de esas afortunadas que se gana la vida haciendo lo que más le gusta. Minia Banet borda y, el día en que decidió unir el bordado a sus otras dos pasiones, la del cine y la fotografía, rompió el molde (o el bastidor, en este caso). La santiaguesa de 34 años explica que su relación con el hilo y las agujas comenzó con un libro y unos tutoriales online, allá por el 2015. Pero, últimamente, explica, no deja de sorprenderse con el eco y dimensión que han cogido sus ya famosos fotogramas bordados artesanalmente, protagonizados por personajes icónicos del celuloide y las series de televisión, llámase E.T., Chewbacca, Eduardo Manostijeras y su dinoseto, Miércoles y sus largas trenzas, Ewan McGregor entre narcisos en Big Fish o protagonistas de las series actuales que triunfan en las plataformas de vídeo.

Los modelos son variopintos, como el nombre del estudio de bordado que fundó, Studio Variopinto, que tiene su propia tienda online y distribuye también sus bastidores entre distintos comercios. Cuenta que, «al principio, trabajaba sobre todo en Galicia y España. Y, de vez en cuando, llegaba algún encargo de otra parte de Europa. Sin embargo, desde hace un par de años, empezaron a llegar encargos de todas partes, hasta de Nueva Zelanda, Australia o Arabia Saudí». A los clientes árabes, indica, les gustó una de sus Audrey Hepburn bordadas y un bastidor de Matar a un ruiseñor, comenta todavía sorprendida. «En este último año fue en el que más furor noté. Todos los de Audry arrasan. Y el de Fleabag, que es una de mis series favoritas, fue también un bum. Hice algo casi para mí de su autora y protagonista, Phoebe Waller-Bridge, con una corona como si fuera Jesucristo... no tenía pensado ni venderlo porque, aunque es una serie de culto en Inglaterra, tampoco es muy conocida en otros sitios, y los encargos me llegaron hasta de Estados Unidos», señala Minia.

La demanda es alta y ella borda los 12 meses del año, aunque es algo que no le pesa: «Es verdad que consume todo mi tiempo, pero a mí me encanta. En mis vacaciones tampoco me tomo un descanso del bordado, me voy con mi bolsa de hilos para sacar nuevas ideas. Lo que sí hago es aparcar un bastidor que ya hice 15 veces y del que ya me he aburrido para hacer cosas que me gustan». Reconoce que en este momento ya no puede llegar a todo. «Tengo un problema y es que digo que sí a todo, por eso ando un poco desbordada con el trabajo. Ahora estoy dando un curso online con un foro, en el que interactúo cada semana, tengo que atender los pedidos de la web, hacer stock para las tiendas físicas con las que trabajo y voy a hacer los bastidores para un documental sobre Ruth Matilda Anderson de Voz Audiovisual... En enero ya tuve que dejar aparcados los encargos personalizados y ahora estoy retomando ese trabajo atrasado, porque muchos son para un regalo especial... pero no tengo tiempo», lamenta. Con todo, la santiaguesa saca minutos de debajo de las piedras si se trata de apoyar una buena causa. De hecho, ha donado dos bastidores entre los premios de un sorteo a favor del refugio de animales comarcal, cuyas rifas valen 2 euros y ya están en circulación, hasta el día 24, cuando se sabrá el ganador junto con el del sorteo de la ONCE. Las participaciones pueden obtenerse físicamente en las tiendas de Bico de Xeado, en el establecimiento turístico Cabanas da Ulla (Touro), en la tienda Ámbito Moda (Bertamiráns) y en el propio refugio de animales, el cual facilita la adquisición por transferencia y los interesados pueden saber cómo realizarla mandando un mensaje directo a través de Instagram a @refuxiodebando.

Susana Martínez y Juanma Mata, padres de dos jóvenes con distrofia muscular de Duchenne, en un alto del Camino, en San Lázaro.
Susana Martínez y Juanma Mata, padres de dos jóvenes con distrofia muscular de Duchenne, en un alto del Camino, en San Lázaro. XOAN A. SOLER

Peregrinos solidarios

El hijo de Susana Martínez tiene distrofia muscular de Duchenne y «siempre me había prometido que, cuando saliera la cura, haría el Camino de Santiago». Aunque ese día no ha llegado, la barcelonesa decidió que «había que dar para recibir», y emprendió el lunes el viaje desde Sarria, aprovechando su primera aventura jacobea para recaudar fondos para la investigación. El reto era alcanzar los 1.000 euros, cuenta, y al llegar el viernes a Compostela supo que había superado los 1.200. Aún se emociona hoy al contar que parte del dinero, que será para un hospital de referencia como el Sant Joan de Déu, lo aportaron personas a las que no conocía la semana pasada y que —igual que ella— buscaban a otras mujeres que hicieran el Camino solas. «Ha sido una experiencia impresionante. Me encantaron los paisajes y las gentes, cómo te ayuda a encontrarte contigo misma y lo emocionantes que son las historias que otros peregrinos te cuentan», relataba ayer Susana antes de volver a Cataluña, sintíendose ganadora tras cinco etapas con la mochila cargada de nuevos amigos y apoyos. En los últimos kilómetros, se unió al reto de Susana (miembro de la asociación Duchenne Somriures Valents), un santiagués, Juanma Mata, cuyo hijo padece también esta distrofia poco frecuente y quien ha encontrado en el deporte más solidario un apoyo para seguir peleando por el futuro de Samuel

El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda; la directora de Turismo de Galicia, Nava Castro; y el rector de la USC, Antonio López, presidieron el acto de graduación en el CSHG.
El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda; la directora de Turismo de Galicia, Nava Castro; y el rector de la USC, Antonio López, presidieron el acto de graduación en el CSHG. CONCHI PAZ

Graduación en el CSHG

Al aire libre, con mascarillas, aforo limitado y distancia. Así celebraron en A Barcia su acto de graduación los 47 alumnos del Centro Superior de Hostelería de Galicia (CSHG) de la octava promoción de Gestión Hotelera y 16 de la quinta de Gestión en Cocina. Celia Estévez dio el discurso estudiantil, en una ceremonia que tuvo como padrino al santiagués Alberto Rodríguez Boo (director y fundador de la cadena Alda Hotels) y a la que asistieron en representación de la Xunta, Afonso Rueda y Nava Castro; y de la USC, el rector, Antonio López.