Un camión de reparto obliga a reparar daños por quinta vez en un balcón de la Rúa do Vilar

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

El propio dueño de la vivienda facilitó a la Policía Local la cinta para balizar el inmueble ante el peligro de caída de la piedra

30 ago 2021 . Actualizado a las 18:42 h.

No es la primera ni la segunda ni tercera vez que Roberto Almuiña tiene que alertar a la Policía Local por los daños causados en el exterior de la casa propiedad de su mujer, en el número 15 de la Rúa do Vilar, junto al café Airas Nunes. «Van cinco desde o 2000 e pico», apunta. Nuevamente un camión de grandes dimensiones golpea la esquina del balcón y parte la piedra de la esquina, según relató Almuiña poco después del accidente. Eran las nueve de la mañana de ayer martes, cuando el camión, de una empresa cárnica, que reparte su mercancía al supermercado de la praza do Toural pasaba por la calle. Por el excesivo tamaño del vehículo, el conductor no pudo evitar chocar contra la casa, y causar daños en la balconada de piedra. En esta ocasión, los desperfectos afectan solo a la piedra, ya fue retirado la parte que quedo casi suelta para evitar su caída a la calle.

Aunque el seguro del vehículo se hará cargo de los daños en el inmueble histórico, Almuiña criticó la falta de control por parte del Concello para vigilar que no entren en el casco histórico camiones que exceden el máximo permitido tanto por alto, ancho y peso. «Todos os días, no reparto da mañá, pasan camións de máis de 3,5 metros de alto. Os danos son reiterados», dijo. El presidente de la Asociación de Veciños Fonseca lamentó la falta de atención, por parte de las autoridades locales, para proteger el patrimonio artístico de Santiago. Durante las horas de reparto, a lo largo de la Rúa do Vilar aparcan furgonetas y camiones, de diversos tamaños, que realizan repartos en comercios y establecimientos próximos.

Tras el accidente, Roberto Almuiña explicó que se alertó a la Policía Local y «xa avisamos o canteiro para as reparacións». Debido al riesgo de derrumbe, la zona quedará acotada y se retirará la piedra hasta que el perito realice su informe y se puedan reparar los daños.

«Veu a policía sen cinta para balizar, pero xa teño eu na casa das outras veces»

Roberto Almuiña comentó que, cuando llegaron los agentes de la Policía Local, «non traían cinta para balizar, pero non hai problema, xa a teño eu das outras veces na casa». Los daños ocasionados requerían vallar la zona para evitar que los peatones pasen por debajo del balcón de la casa, en la que reside la familia Almuiña Varela, ya que «non hai garantías de que non haxa máis desprendementos». Se trata de un punto de la calle que tiene mucho transito de personas, y «solo faltaría que agora houbera outro accidente, máis grave aínda».

En este quinto choque contra el balcón no se produjeron daños en la rejería como ocurrió en ocasiones anteriores, cuando fue necesaria la intervención del herrero Chago para reparar la estructura de hierro. El trozo de piedra roto ahora ya fue sustituido en el 2018, cuando otro camión impactó contra el balcón y fue necesario cambiar un bloque completo de piedra. Precisamente, en el 2017 un camión de mudanzas le dio de lleno, a su paso, al balcón, y fue necesario desmontar toda la estructura para su reparación.

Cuando esta reparación no estaba terminada, en los primeros meses del 2018 un camión de recogida de escombros volvió causar desperfectos en la estructura saliente de la casa. La familia propietaria del inmueble recuerda que, cada vez que hay daños, es necesaria la contratación de un arquitecto y la realización de numerosos trámites vinculados a un edificio protegido y catalogado, lo que supone un trastorno.