«Aconsejaremos a los clientes sobre la hora para que cenen con tranquilidad»

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Sandra Alonso

La restauración de Santiago estrena el nuevo horario con mucha ilusión y algunas dudas

16 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Salvo el asunto de los medidores del aire, el resto de las condiciones impuestas a los restaurantes para poder prolongar su horario hasta las 23 horas ya se venía haciendo en la restauración compostelana desde hace tiempo. Las reservas para comer, y ahora también para cenar, es «más por organización nuestra, porque es una manera de saber con qué gente vas a contar. En estas circunstancias es muy importante», apunta Juan Carlos Somoza, del restaurante A Noiesa. Su establecimiento arrancará con las cenas, en cualquier caso, «solo las noches del viernes y del sábado, porque el resto de los días no se mueven las cenas. Las comidas son diferentes. Se sirven todos los días, y hasta hacemos dos turnos».

La ubicación, en pleno corazón de la zona de vinos más turística de Santiago, «no supone que seamos un sitio de turistas. Desde que abrimos quise ser un lugar también para los de Santiago, y tengo que reconocer que la gente de la ciudad está muy implicada, y nos está apoyando». En cuanto a las medidas para abrir, «el registro me genera dudas. No sé exactamente qué quieren que se haga ni cómo, pero supongo que se aclarará en unos días. Ya recogíamos datos». El medidor de aire es «el que más dudas me produce. Podemos arrancar y, en unos días, imaginó que sabremos los detalles de lo que piden». Para afrontar el turno de cenas, Juan Carlos Somoza sacará al 100 % a toda la plantilla del ERTE. «Hasta ahora estaban al 50 %, y ahora ya iré al 100 %. Es una situación incierta y estamos muy al límite. Es difícil tomar decisiones, pero hay que afrontar la situación».

A modo de recomendación, Juan Carlos aconsejará a sus clientes, «cuando hacen la reserva, la hora para empezar a cenar y poder hacerlo con tranquilidad. Todo depende de lo cerca o lejos que se vivan del restaurante. Creo que empezar a las 20.30 o 21 es una buena hora para terminar a las diez, y dar un paso por Santiago, que merece bien la pena antes de ir a casa. Si vives en la rúa do Vilar, en cinco minutos estas en casa».

Frente a la seguridad de abrir, hay otros locales como A Sucursal de Moha, cuyo propietario no sabe aún que hará. «Yo no trabajo con reservas, sino con turno de llegada. No tuve buenas experiencias. Gente que reserva y no aparece luego ni cancela», explica Mohamed Azibou El Hemam. Lois Lópes, de la Nave de Vidán, no lo duda «abrirei. Levamos tempo pedindo que deixen abrir», y recuerda que «os medidores de aire, os pedimos nós en outubro, pero para os locais que non teñen ventilación».

Bares que ofrecen comidas al mediodía se quedan fuera

La ampliación del horario de apertura deja fuera a todos los bares y café-bar que ofrecen comidas a mediodía, y que en la práctica funcionan como restaurantes o como taperías. Es el caso del Café Bar O Trece, cuyo propietario Josinho Silva lamenta no abrir algo más, porque ahora «co bo tempo, a xente lle apetece quedar un pouco máis. Aínda que prefiro aguantar un pouco máis, e despois aproveitar todo o verán». En el café-bar Garum, Manolo Boquete tampoco podrá servir cenas, y ello pese a que a mediodía funcionan bien las comidas.

En el restaurante A Horta do Obradoiro, Kike Piñeiro reabrió su restaurante ayer jueves, tras meses de cierre, y lo hizo solo para las comidas. Dejará pasar unos días antes de plantearse empezar a servir cenas.

Sandra Alonso

Guillermo Pérez restaurante Mamá Peixe

«Ya hacíamos registros y reservas»

Pocas son las novedades que tendrá afrontar Guillermo Pérez en su restaurante de la Algalia, Mamá Peixe, para comenzar a ofrecer cenas a partir del viernes. «Solo los medidores del aire son una novedad, porque nosotros ya trabajamos con reserva y ya hacemos registro de las personas», explica. Las dudas surgen con el modelo de registro que se impondrá ahora, «no sé cómo quieren hacerlo, y si tendrá que enviarse los datos a algún sitio o almacenarlo nosotros. Hay que esperar al DOG, pero abrir seguro». Eso si, las cenas no serán de todos los días, porque «no funcionan a diario, mientras no lleguen los turistas. Solo daremos cenas, previa reserva, viernes y sábado».

En cuanto al medidor del aire, Guillermo Pérez reconoce estuvieron mirando modelos, pero «mejor esperar para saber qué piden exactamente. Los precios van entre 70 y 200 euros, y los hay que limpian el aire. Mejor esperar, pero si vendes mesas, el precio no será un problema».

En Mamá Peixe «tenemos desde hace tiempo un contador digital para saber el aforo en todo momento. Ya estamos al tanto de estas cosas, pero mejor esperar para evitar gastos innecesarios».

Sandra Alonso

Lázaro Rodríguez restaurante Crepería Cre-cotte

«Tendré un libro especial para el registro»

Desde hace un tiempo, Lázaro Rodríguez, de la Crepería Cre-Cotte en A Quintana, sacó a sus trabajadores del ERTE. «No pudo quejarme porque marzo fue muy bien. En el sector hay gente que lo está pasando mal, pero nosotros vamos bien. Espero que siga así». Con la ampliación del horario, y la posibilidad de dar cenas, Lázaro incluso tendrán que reforzar la plantilla con una contratación a media jornada. Las cenas, como ocurre con las comidas, se hacen «ya con reserva, porque la gente lo demanda cada vez más. Es más cómodo llegar y saber que tienes una mesa lista». En días de buen tiempo, «hasta llaman para reservar una mesa en la terraza». Ante el inicio del turno de cenas y las nuevas normas, Lázaro tiene previsto comprar un libro especial para las reservas, «ahora tengo uno, pero tendré otro más detallado. Aunque ya hacíamos un control con las reservas». En cuando al medidor de aire, el restaurador está lleno de dudas. «Tengo un comedor con dos ventanas enfrentadas, que permiten ventilar. Si hay que poner un aparato, habrá que ponerlo, pero mejor espero a que desde Hostelería Compostela comenten el modelo que mejor se adapta a lo que piden».