Condenado un okupa en Santiago que se llevó hasta la bisagra de la lavadora y la alcachofa de la ducha cuando lo echaron del piso

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

Edificio principal de los juzgados de Santiago, en el que se encuentra la sede de la sección compostelana de la Audiencia Provincial
Edificio principal de los juzgados de Santiago, en el que se encuentra la sede de la sección compostelana de la Audiencia Provincial PACO RODRÍGUEZ

Tras el desahucio, el dueño denunció al ver que faltaban muebles y el acusado deberá hacer frente ahora a seis meses de prisión y al pago de 608 euros

24 mar 2021 . Actualizado a las 00:08 h.

La historia es, tristemente, mucho más común de lo que podría suponerse. El propietario de una vivienda la alquila a una persona que paga una o varias mensualidades y un buen día deja de atender sus requerimientos para convertirse en okupa. El arrendatario comienza entonces una no pocas veces complicada batalla judicial que termina con el desahucio del moroso, que a modo de despedida causa desperfectos en el inmueble a menudo muy cuantiosos y otras veces llamativos, como en el caso en el que acaba de pronunciarse la sección compostelana de la Audiencia Provincial, en el que el okupa se llevó no solo muebles, sino hasta la alcachofa de la ducha y la bisagra de la puerta de la lavadora.

El inquilino firmó el contrato de alquiler de este piso, situado en Santiago, el 25 de abril del 2016. El dueño de la vivienda puso a su disposición un cabecero de cama con dos mesillas y una mesa de centro que, junto a la alcachofa de la ducha y a la bisagra de la puerta de la lavadora, faltaban cuando el arrendador recuperó el inmueble el 21 de junio del 2017 tras la orden de desahucio dictada por el Juzgado de Primera Instancia número 3 de la ciudad.

El seguro que tenía contratado el dueño del piso hizo frente a los gastos del mobiliario desaparecido, que se cuantificaron en 608,99 euros. De ellos, 30 correspondían a la ducha y 64,62 a la pieza de la lavadora. El perjudicado cobró, pero presentó denuncia y el 6 de marzo del 2020 el Juzgado de lo Penal número 2 de Santiago condenó por hurto al okupa a la pena de seis meses de prisión y a indemnizar a la compañía aseguradora con los 608 euros que tuvo que pagar al arrendador.

El acusado no apareció

El okupa no se presentó al juicio y nada se sabe del mobiliario, la ducha y la bisagra que se llevó de la vivienda. Eso sí, recurrió la sentencia en apelación ante la Audiencia Provincial alegando que no había pruebas de que hubiese sido él quien se llevó los enseres que faltaban cuando el dueño le echó del piso.

Sin embargo, estos argumentos han sido desestimados por completo por la sección sexta del tribunal provincial, que es la que tiene su sede en Santiago y que acaba de corroborar por completo el fallo que dictó en primera instancia el Juzgado de lo Penal número 2.

La Audiencia da valor no solo a la prueba documental presentada por el denunciante —facturas y valoraciones de los bienes sustraídos—, sino también a su declaración, que fue siempre correcta a la hora de describir lo sucedido, desde la firma del contrato de alquiler con el que luego fue okupa hasta su desahucio y los muebles y enseres que faltaban en la vivienda.

Por contra, el acusado no dio ninguna justificación alternativa de lo sucedido porque no acudió al juicio. Su incomparecencia, explica la sentencia de la Audiencia, «ha impedido conocer las explicaciones que tuviera por conveniente acerca de los hechos, especialmente sobre el destino de los muebles no encontrados. La contenida en el escrito de recurso no deja de ser una construcción propia de la defensa. En el presente caso ha concurrido prueba de cargo suficiente para enervar la presunción de inocencia». En consecuencia, añade la resolución, «es correcta la utilización, como argumento a mayores, la falta de explicaciones por parte del imputado».