«Buscar un BlaBlaCar para ir a Lugo a aprender danza, tendo un neno de 6 anos, é complicado»

La Voz

SANTIAGO CIUDAD

Lupe Carballo es alumna del Conservatorio lucense, al que tiene que desplazarse desde Santiago

18 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La compostelana Lupe Carballo Estévez se asomó al mundo de la danza como hobby, pero no tardó es descubrir que esa afición le iba a dar sentido a su vida. Tiene su propia compañía pero, en paralelo, es consciente de que necesita seguir formándose a nivel profesional. No puede hacerlo en Santiago, porque no existe un conservatorio de danza, así que tiene que desplazarse casi a diario a Lugo para tomar clases en el único centro de estas características que depende de la Xunta. «Ás veces é un labor imposible», se queja.

Al coger el teléfono para atender la entrevista, confiesa que acaba de estar metida en la aplicación BlaBlaCar «para ver como podo ir este luns a Lugo e volver despois». De paso, ya comprobó que «para ao martes non teño combinación e perdereime outra vez a clase de música... falto un mogollón», se lamenta.

Lupe cursa tercero de Danza haciendo un esfuerzo titánico. No conduce y es madre de un niño de 6 años, que suele enfurruñarse cuando descubre que su madre tiene que ir a Lugo sin saber a qué hora regresará. «Pero é o que hai, estiven ocupándome del o 100 % do tempo ata hai un par de anos, e agora tócame a min». La mamá necesita la titulación para progresar en su carrera y poder dar clases.

Su vida es un sudoku. Tiene que cuadrar horarios e itinerarios con su marido y, alguna vez, también con otros profesores y alumnos que se desplazan habitualmente desde Santiago.

«Buscar un BlaBlaCar para ir a Lugo, tendo un neno de 6 anos, é moi complicado, moitas veces é un imposible», señala Lupe Carballo, que se niega a tirar la toalla. En épocas de exámenes, debe ir a clases a diario y a veces no le queda otra que pernoctar en un hotel en la ciudad de las murallas. «Somos varios os que estamos nesta situación», se lamenta, pues hay algún bailarín, que a la vez es alumno, como Fran Sieira, que acude a Lugo desde Ribeira.

«Un conservatorio en Santiago? A min daríame a vida e ata podería subir as notas». Considera que si no existe ya este centro es por una cuestión política, «porque demanda é evidente que existe», resuelve.