La Puerta Santa ya acumula colas

rosa martínez SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

Xoán A. Soler

Uno de los primeros peregrinos que llegó por el Camino Francés: «Si no venía, incluso con la pandemia, sabía que no iba a pegar ojo durante todo el año»

03 ene 2021 . Actualizado a las 01:23 h.

Siete peregrinos despidieron el año culminando el Camino de Santiago. La cifra queda lejos de la media diaria que dejó diciembre del pasado año (87), pero la pandemia ha roto cualquier estadística previa. Aun así, el Camino sigue llamando y la Puerta Santa dio cobijo a la emoción de los primeros romeros que tuvieron ocasión de cruzarla tras su apertura oficial después de diez años clausurada a excepción del año santo de la Misericordia (diciembre 2015-noviembre 2016).

Fue el caso de Luis Cañas, un conquense habitual del Camino que se quedó con la pena de no poder participar en la ceremonia, pero que se lleva la emoción de ser el primer peregrino en traspasar la Puerta Santa y la tranquilidad personal de estar en Santiago en el día apropiado. Porque Cañas lleva justamente esos once años pasando el fin de año en Compostela. Desde la apertura de la Puerta Santa en el 2009, que vivió en directo, todas las Navidades recorre el Camino Francés en Galicia para cerrar el año en Santiago. «Y en esta ocasión, incluso con estas circunstancias, si no lo hacía también, sabía que no iba a pegar ojo durante todo el año». 

Después de los primeros peregrinos que pudieron cruzar la Puerta Santa el jueves en el estrecho margen de tiempo desde la conclusión de los actos de apertura del año santo hasta el cierre de la basílica, esta mañana ya empezaron las colas en la Praza da Quintana para ganar el jubileo. No hay ningún requisito para el acceso al templo, como la cita previa, porque el Cabildo no prevé que, al menos en los primeros meses del año santo, se puedan producir grandes aglomeraciones.

Es el propio personal de la catedral que vigila los accesos el que regula la entrada controlado que no se supere el aforo de seguridad establecido para cumplir las normas sanitarias frente al covid-19. Así, salvo la hora larga que duró la misa de las 12, oficiada por el arzobispo Julián Barrio y el nuncio apostólico, Bernardito Auza, durante la que no pudo entrar nadie ni por la Puerta Santa ni por Praterías, las esperas no fueron excesivamente largas.