La destilería padronesa Ruavieja saca pecho de sus orígenes y vuelve a tocar la fibra sensible

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

CEDIDA

Su esperado anuncio navideño invita de nuevo a reflexionar sobre el sentido de estas fiestas

22 dic 2020 . Actualizado a las 08:59 h.

Ha estado presente durante los últimos años en las celebraciones de muchos hogares gallegos. Se ha convertido en el sabor de los buenos momentos, de los brindis y de las sobremesas en familia. Ruavieja es todo un referente entre las destilerías nacionales y, lejos de perder de vista sus raíces, saca pecho de sus orígenes. Así se llama una de su últimas campañas publicitarias, Origen, donde se remonta en el tiempo a 1889 para recordar cómo la familia Rodríguez Marqués, con larga tradición en comercialización de vinos y bebidas, creó la receta que fue transmitida de generación en generación y 130 años después se mantiene intacta.

La recuperó Luis Rodríguez Marqués cuando se asentó en Santiago y fundó la empresa Ruavieja. El nuevo licor se presentaba en los locales del restaurante Anexo Vilas en el año 85 con la aspiración de invadir Europa con un aguardiente de hierbas elaborado con ingredientes locales, objetivo que consiguió antes de acabar esa misma década. Treinta y cinco años más tarde, el 100 % de su producción sale de Padrón, de la fábrica del polígono industrial de A Picaraña (las nuevas instalaciones fueron inauguradas por el expresidente de la Xunta Manuel Fraga, en el 2001). La destilería, líder en su sector, reivindica desde hace un tiempo ser mucho más que eso y cada Navidad toca la fibra sensible haciendo reflexionar sobre el sentido de estas fiestas, de dedicar tiempo a los seres queridos y a los momentos que realmente cuentan. En esta ocasión, su esperada campaña publicitaria (creada por Leo Burnett) pasa del «Tenemos que vernos más» a un mensaje optimista para cerrar el año de la pandemia: «Podemos pensar en todo lo que no nos vemos, o aprovechar todo lo que nos vamos a ver». Con cierta retranca, recuerda la pereza que daban otros años las comidas familiares, las sobremesas infinitas, ver a la misma gente de siempre, estar condenados a escuchar las mimas anécdotas o chistes malos. «A través de esta campaña, intentamos cambiar el enfoque de la gente: a pesar de todo lo malo de este año, podemos pensar en lo bueno y aprovechar cada segundo que pasaremos con nuestros seres queridos», explica Photine Vermès, alto directivo de Ruavieja.

óscar alserán

Fogones solidarios

El Centro Superior de Hostelería de Galicia encendía ayer los fogones solidarios en A Barcia para elaborar 7.500 menús que serán repartidos el jueves para alegrar la cena de Nochebuena a las personas más necesitadas. Bajo la coordinación del chef vigués Xabi Guitart, un escuadrón gallego de la alta cocina tomó los mandos en la primera jornada. Los más raudos en incorporarse al trabajo fueron Lucía Freitas, Álvaro Villasante, Daniel López y Miguel González. Entre los refuerzos que llegan hoy estará el dos estrellas Michelin Javi Olleros. Cuentan con el apoyo de más de un centenar de alumnos en prácticas del centro santiagués, divididos en distintos turnos, y con un buen número de voluntarios del ciclo de Gestión Hotelera y exalumnos, profesorado y personal administrativo. «Si podemos contribuir en un momento tan complicado como este para tanta gente, se hace de buena gana», destacaba la directora de las instalaciones formativas, Marta Fernández. El que no arrima el hombro en las cocinas para preparar el estofado de ternera gallega y el yogur con miel para el postre (el producto lo donó Medio Rural), lo hace en las labores de embalaje. Tocó ayer trasladar todo el material descargado en el gimnasio hasta el comedor para empezar la cadena de trabajo. Hoy continúa la acción para rematar los menús que quedan por hacer en una maratoniana jornada que empezará a las 9 y acabará a las 20 horas (con 60 minutos de descanso para comer). El turno de la tarde es el que más flojo anda de voluntarios, por lo que aún se aceptan candidaturas (los interesados pueden ponerse en contacto a través del teléfono 610 174 014 o del correo electrócio marta.fernandez.vazquez@xunta.gal).

Unos quesos de medalla

En las Catas de Galicia quedó reconocido el buen trabajo que hacen las queserías de la zona, donde recayeron cuatro medallas. El oro de la denominación Arzúa-Ulloa fue para Bo-Queixo de Boqueixón y lo recogió Isabel García Couto, mientras que el bronce fue para Terra de Melide, elaborado por la empresa de lácteos melidense con el mismo nombre. Y, la categoría de quesos de tetilla, la ganó una vez más el equipo que dirige Nino Pereira en Touro con Arquesán, mientras que la plata recayó en la Queixería Barral de Arzúa.