La hostelería y el comercio sufren un puente aún peor de lo previsto

b. casal / r. martínez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Las restricciones para entrar en Galicia y moverse entre la mayoría de las ciudades se han notado en las terrazas vacías de locales como los del casco histórico
Las restricciones para entrar en Galicia y moverse entre la mayoría de las ciudades se han notado en las terrazas vacías de locales como los del casco histórico PACO RODRÍGUEZ

El cierre de Galicia durante estos festivos limitó mucho la actividad en la ciudad

09 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Si este año está siendo un desastre para la hostelería y el comercio, el puente de la Constitución no ha ido mucho mejor para ninguno de los dos sectores. El cierre perimetral de Galicia con Portugal y el resto de España ha conseguido su objetivo: reducir el número de visitantes y contener el virus, sobre todo con las Navidades y el posible aumento de contagios a la vuelta de la esquina. El pato lo han pagado los comerciantes y hosteleros, que estos días se quejaban de la poca afluencia de turistas en Santiago, que en otras circunstancias recibiría portugueses, madrileños y buena parte de las escapadas de otras zonas de Galicia.

«Nesta ponte sempre tiñamos xente de fóra. Estamos enriba do párking de Galeras e por aí saía a xente en manada», explica Antonio Puñal, del Restaurante Puñal. En su caso, a pesar del alivio de las restricciones, el puente ha sido nefasto. «Contabamos con que o domingo sería o día con máis xente, pero foi ruinoso. Estabamos mellor coa comida a domicilio que agora», apunta Puñal, que cree que, además del cierre de Galicia, hay dos razones que pueden explicar el poco movimiento en la ciudad: el miedo a las aglomeraciones y, en el caso de los residentes en Santiago, las visitas a familiares que viven en otros concellos. «Cando hai algún cambio, a xente espera tres ou catro días a ver como vai todo. Neste caso levantaron restricións, pero hai quen prefire esperar eses primeiros días», añade.

El factor lluvia tampoco se le escapa a la hostelería como otra razón que juega en contra de los planes fuera de casa. «O tempo non axudou nada. Cando estabamos pechados había días estupendos de terraza, pero agora que empezamos ponse a chover. Parece un castigo», bromea David Mera, del restaurante La Codorniz, en el Ensanche. Durante estos días, la actividad también fue baja para ellos, algo mejor en las comidas que en las cenas. «Pechando ás once da noite non fas nada. Aquí saímos tarde e logo xa non hai tempo», indica Mera. Ahora mismo son cinco empleados y tan solo queda uno en ERTE, que «seguramente siga ata despois de Reis, porque nós traballamos con moitos estudantes, que son os que nos salvan a papeleta, e agora a mediados paran».

Mal puente también fue para aquellos locales que todavía no han reabierto, como el Bar Coruña, de la rúa Raíña, cerrado al público desde hace meses. Su propietario, Lino Fernández, tiene a sus dos empleados en ERTE y no volverá hasta marzo. «Estaba trabajando viernes y sábado con comida a domicilio, pero más por entretenerme que por ganancia, porque no da», señala Fernández.

A la espera de la Navidad

Para el comercio santiagués tampoco ha sido el puente de otros años. José Antonio Seijas, presidente de Comercio Punto Compostela, indica que «non foi ningunha panacea, pero algo máis de afluencia si que houbo». Bien por descanso, bien en previsión de menores ventas, algunos comerciantes, según indicaron los carteles de ciertos negocios, también aprovecharon para hacer puente, lo que Seijas considera «grotesco, despois de pedir o levantamento dos peches». «Hai que ser positivo e aproveitar agora que a xente pode vir», defiende.

Por su parte, el presidente de Compostela Monumental, José Manuel Bello, describe con claridad cómo fueron estos días: «Ha sido el peor puente que yo recuerdo desde que tengo uso de razón». Con el turismo internacional bajo mínimos y unas cifras de peregrinos que rozan el cero, muchas tiendas arrastran una situación de caída que llega hasta hoy. Por ello, y en vista de resultados como los de este puente, Bello pide trabajar desde ya en «un plan de recuperación, no de rescate», para el que ya se está moviendo, puesto que también es presidente de la Confederación Española de Cascos Históricos.

Mientras tanto, el sector ya tiene la mirada puesta en la Navidad y las campañas de promoción, como el sorteo de un coche y televisiones de Compostela Monumental, para estimular ahora más que nunca las compras en el pequeño comercio.

Los negocios que acudan a las ayudas de Raxoi deberán seguir activos al menos seis meses

Los negocios de los sectores de la hostelería, el comercio y el ámbito cultural que concurran a la convocatoria de ayudas que el Concello abrirá el próximo viernes deberán comprometerse a mantener su actividad un mínimo de seis meses desde la concesión de la subvención, que se resolverán con toda probabilidad el último día de diciembre. Esa es una de las condiciones de una convocatoria abierta para aquellas empresas que puedan justificar al menos un descenso del 20 % de la facturación entre el 1 de enero y el 30 de septiembre respecto al mismo período del año pasado. Las condiciones de las ayudas están disponibles en la página web municipal y este jueves se publicará la convocatoria en el Boletín Oficial de la Provincia.