Los muros que traen de cabeza al Concello

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

Multa a la propiedad de San Lourenzo con 1.500 euros al mes por no reparar el que rodea el pazo

30 nov 2020 . Actualizado a las 14:14 h.

El Concello de Santiago tiene numerosas fincas amuralladas en el ámbito urbano que requieren de una fuerte inversión en conservación. Buena parte de ellos son de propietarios privados, de la iglesia, y algunos, de titularidad pública. Los muros fueron sometidos a principios de año a una inspección para comprobar su estado y el resultado fue comunicado a sus dueños. Mercedes Rosón, concejala de Urbanismo, asegura que la respuesta fue desigual. Algunos propietarios intervinieron, otros están en vía de hacerlo y algunos siguen pendientes. El edil de Obras, Javier Fernández, reconoce que «es un asunto que preocupa, porque aparentemente pueden estar bien, pero no hay quién pueda garantizar que no caiga un muro». Para intentar frenar los riesgos, y después de que se produjeran algunos desprendimientos menores, en Fontiñas se realizó un estudio detallado de las estructuras, y el resultado determinó que sería necesario invertir alrededor de 1,5 millones de euros para reforzar todos los muros, lo que no significa que exista un riesgo inminente de derrumbe.

Fernández reconoce que la caída del muro de la Costiña do Monte, en Bonaval, «fue terrible, es algo que no olvidaré nunca, y que activo las alarmas». Después de un largo proceso administrativo, se adjudicó la obra, por 250.000 euros. «Se empezará a ejecutar antes del 19 de diciembre», indica el edil, en alusión a la fecha en la que se cumplirá un año del fatídico desplome que acabó con la vida de Salvador Piñón Pena, vecino de la rúa Teo. Rosón confirma que no hay constancia de ninguna reclamación por responsabilidad patrimonial derivada del desplome de ese muro. Al tiempo que se repara la zona dañada, se comprobará el resto de la muralla.

No se librarán los dueños de las propiedades de San Lourenzo de pagar el arreglo del muro que rodea el pazo. De hecho, el Concello ya notificó a los dueños en enero pasado, y de acuerdo con un estudio municipal, que el muro tenía daños graves. En junio reiteraron los avisos, y en octubre empezaron a imponer multas mensuales por importe de 1.500 euros, que se repetirán cada mes hasta que reparen la estructura. La caída de parte del muro, el pasado día 20, confirmó los presagios de los técnicos municipales. En Urbanismo sostienen que la propiedad tiene intención de actuar. Mientras tanto, el Concello acondicionará un paso para dar servicio a tres viviendas que ahora tienen cortado el acceso en coche. Además, se señalizará una ruta alternativa al Camino de Fisterra, afectado por el derribo del muro, por Carmen de Abaixo.

En O Pombal, el muro dio un aviso el 21 de noviembre del 2019. Por suerte fue de noche, cuando nadie caminaba por la calle. Ante la falta de actuación de los propietarios de los terrenos, Urbanismo ejecutó unas obras de urgencia para evitar nuevos desplomes, y encargó un estudio que concluye la necesidad de modificar la inclinación del talud e instalar drenaje para asegurar el terreno. Si los propietarios no actúan, lo hará el Concello, trasladando el coste de las obras a cada una de las parcelas, previo expediente de expropiación forzosa por una cuestión de seguridad.

Otro de los puntos críticos está en Conxo. Los vecinos de A Fervenza alertaron hace meses de la caída de piedras del muro del psiquiátrico. «Cayeron piedras de varios tamaños y avisamos. Hicieron fotos. Después vinieron unos que cargaron las piedras, y nunca más», relata otro vecino. La reparación de este muro es competencia del Sergas, y así se lo hizo saber el Concello. Pero la reparación sigue pendiente.