
El comercio reclama ayudas directas para hacer frente a un año con ventas bajo mínimos
27 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El sector del comercio no se siente lo suficientemente apoyado por las administraciones gallegas en esta crisis. «El Concello pondrá un millón de euros para ayudar, y la próxima semana nos reuniremos para ver cómo será el reparto. Pero de la Xunta no se sabe nada», explica José María Seijas, de la Asociación Comercio Punto Compostela, que agrupa a 180 establecimientos de Santiago. Su queja suena a lamento y grito desesperado. Subraya que, aunque se les permite abrir libremente, tienen limitado el acceso de sus clientes a la ciudad. «Los comerciantes tenemos que comprar la mercancía con antelación y pagarla en 60 días. Vendida o no, hay que pagar. Y este año no se vende», asegura.
En el sector hay mucha preocupación porque, tras el confinamiento, las ventas no se recuperaron. «Siguen muy lentas». En esta situación, las rebajas del Black Friday se presentan, según algunos testimonios, como un intento a la desesperada para levantar el consumo. Sin embargo, un paseo por las calles más comerciales del Ensanche y del casco histórico pone de relieve la realidad. Tampoco se percibe movimiento en los centros comerciales ni en el polígono de Costa Vella, donde se localizan varios comercios de venta al por menor.
En la calle se ven pocas bolsas de comercios, y las que hay corresponden a las habituales tiendas de cadenas de ropa juvenil. Todo ello pese a que los establecimientos comerciales ofrecen descuentos de entre el 30 y el 50 %. Las rebajas del viernes negro llegan a todos los sectores. Hasta el del automóvil y el inmobiliario se han sumado a esta campaña ofertas. Y tampoco faltan promociones en peluquerías y clínicas de estética o masajes, e incluso en floristerías.
Temor por la campaña navideña
Un comerciante se mostraba ayer seriamente preocupado por el futuro de muchos negocios de Santiago. «Hay días con la caja a cero», comentó. Con esta campaña del Black Friday temen que se vea más afectada la de Navidad, «que ya se presentaba floja», apunta José Ángel Blanco, de Compostela Monumental.
Una de las cuestiones que preocupa al sector es la imposibilidad de que muchos potenciales clientes puedan entrar en Santiago debido al cierre perimetral. A modo de anécdota ilustrativa de cómo afectan las limitaciones de movimiento, un comerciante relata lo que le sucedió con una venta realizada unas horas antes del cierre del perímetro: «Una mujer de Brión compró unos zapatos, que quedaron en la horma. Al día siguiente tenía que venir a recogerlos, pero cerraron Santiago. Por suerte, una persona que iba a Urdilde se los dejó en la gasolinera de Os Ánxeles. Estaban pagados, de lo contrario se habría perdido la venta como se han perdido todas desde entonces».
Las rebajas del Black Friday, que en su origen se limitaban a la jornada del viernes, en Santiago, como en otras ciudades, se anuncian desde hace días, y está previsto que se prolonguen mañana e incluso el domingo. Pero también en las páginas web de algunos establecimientos y de modo presencial, en los locales que abran sus puertas.

Rosana Vázquez Iglesias: «Apuesto por las compras responsables»
Hace días que los comerciantes vienen notando que sus clientes frenaron sus compras, supuestamente, a la espera de las rebajas que implica el Black Friday, y que se anuncia con llamativos carteles en la gran mayoría de los escaparates. Este año, la fiebre por el viernes negro llega incluso a la venta de pisos y coches. Sin embargo, en medio de esta locura consumista surgen iniciativas como la de la tienda de ropa Escaravello, en Milladoiro (Ames), que tomó la decisión de desmarcarse este año de la campaña. «Reconozco que otros años participé, pero este año con lo que estamos pasando, creo que no es una opción», apunta Rosana Vázquez Iglesias.
Su arriesgada decisión tuvo una buena respuesta de sus clientes, asegura, tras superar la sorpresa inicial.
En los días previos, los «clientes me preguntaba por las rebajas, pero fui avisando; y después lo puse en Instagram. Hasta recibí mensajes de apoyo». Rosana reconoce que se nota que las personas compran mucho menos, en las semanas previas y posteriores a la del Black Friday, «porque guardan para ese día, que aquí lo ampliamos a una semana, y a este paso será un mes entero».
Llamada de atención
Con su rechazo a las rebajas de la campaña nacida en Estados Unidos, Rosana quiere alertar de los riesgos del consumismo desenfrenado. «Prefiero que la gente compre la ropa porque le gusta, y que vuelva. Este tipo de campañas agresivas va contra nosotros mismos. Acabará con el comercio. Aunque algunos clientes lo piden, yo me revelo contra el consumismo, y prefiero apostar por el consumo responsable». Pese a que no se verán carteles del viernes negro en su escaparate, la comerciante tendrá un «detalle» con los clientes más fieles de Escaravello. «Les enviaré un mensaje para que sepan que el viernes tendrán un descuento. Quiero hacerlo como guiño a los clientes que vienen todo el año», apunta. Rosana está segura de que, este tipo de campañas, solo favorece a los más grandes, y «los pequeños comerciantes vamos detrás, cuando en realidad es un error. Nuestros márgenes de beneficio no permite competir con los grandes; así que es mejor diferenciarse. Hay que apostar en calidad y ser responsable».

José Ángel Blanco | compostela monumental
«Será el más Black de los Black Friday de la historia»
El gerente de la Asociación Compostela Monumental está seguro de que las ventas del Black Friday será un «total fiasco», porque «no hay animación en la gente. Las ventas están paradas en el comercio, y de moverse algo serán las ventas por Internet». Blanco se muestra pesimista, y considera que los datos «serán muy poco representativos. Veremos si la campaña de Navidad aguanta algo mejor, pero está siendo un año para olvidar». «Será el más black de los Black Friday de todos los que se han hecho en la historia de Santiago», vaticina. En su opinión, las ventas se limitarán a productos tecnológicos, «que tienen un precio algo mayor. Las compras serán mucho más responsables. Se acabó comprar por consumir».
XOAN A. SOLER

JOSÉ ANTONIO Seijas | comercio Punto compostela
«El cierre perimetral nos priva de muchos clientes»
José Antonio Seijas, presidente de la Asociación Comercio Punto Compostela, es muy pesimista en relación a las rebajas del Black Friday, y considera que «el pequeño comercio se apunta a la iniciativa, empujado por las grandes superficies. No queda otra que sumarse, pero no es una buena idea». El comerciante considera que, en un año con grandes pérdidas, estas rebajas «perjudican todavía más, porque no hay ventas en temporada». Por si fuera poco, Seijas apunta que el cierre perimetral «nos está dejando sin clientes. En Santiago hay 94.000 personas, pero los clientes potenciales son 400.000 que no pueden entrar en la ciudad». El empresario reclama más ayudas directas, porque «no solo la hostelería está al borde de la ruina».

José maría FErnández | Santiago centro
«Es una americanada que no tiene sentido en España»
El Black Friday es una «americanada que no tiene sentido en España». Así es como lo describe José María Fernández, presidente de Santiago Centro, la asociación de comerciantes del Ensanche. El viernes que concentra los mejores descuentos del año llegó a la península de la mano de las grandes superficies. «Nos hemos dado cuenta que las ciudades sin hostelería y sin comercio se quedan como desiertos», lamenta José María Fernández, quien sostiene que la gran esperanza del sector está en la reapertura de los cierres perimetrales. El empresario espera la llegada de la libre circulación, lo que provocaría que el consumidor comprara dentro de su entorno y desahogaría la situación de las tiendas locales, las más afectadas por esta crisis.