La acumulación de hojas en el alcantarillado vuelve a anegar varias calles

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

Las precipitaciones de madrugada inundaron Entrerríos y dejaron numerosas bolsas de agua en las vías públicas

10 nov 2020 . Actualizado a las 08:03 h.

La intensa lluvia de la madrugada de ayer dejó una larga lista de incidentes en la ciudad, que tuvo muy ocupados a los Bomberos entre la una y media de la madrugada y las siete de la mañana. Los servicios de emergencia tuvieron que acudir a varias calles para levantar las tapas del alcantarillado, que estaban bloqueadas por las hojas de los árboles. Entre los sitios a los que se desplazaron destacan la rúa Entrerríos, donde una vez más se inundó el local de la esquina. Su propietario aseguró que perdió la cuenta de las veces en que el agua entró en el local. Pese a que la última obra hecha en la calle evitó algunas de las riadas, la acumulación de hojas durante la pasada madrugada volvió a anegar su establecimiento.

Pero no fue el único. En la rúa dos Irmandiños una gran bolsa de agua cubrió toda la calle, y parte del agua acumulada seguía ocupando horas después la zona de aparcamiento. En O Vieiro, Ponte San Lázaro, San Lourenzo, rúa Trindade, varias calles de Fontiñas y distintos puntos del campus, las hojas impidieron que las alcantarillas evacuaran el agua caída. En la avenida de Lugo, los vecinos aseguraron que, por la noche, saltaron las alcantarillas y salían aguas fecales a la calle, lo que provocó un olor nauseabundo que resultó insoportable durante horas. En este caso, las obras de remodelación del vial, además de las hojas caídas y no retiradas, están detrás de los problemas.

A lo largo de la jornada de ayer, las rejas del alcantarillado de las rúas de Basquiños, Irmandiños, García Lorca, Castelao, Salvadas, Galeras, San Lourenzo y de gran parte del campus seguían totalmente cubiertas de hojas, y en algunos sitios también están totalmente tapadas por tierra. Por la mañana, un equipo estaba en Vite para retirar las hojas de las aceras y depositarlas en las zonas verdes. Otros dos trabajaban en el campus para liberar las aceras, donde la acumulación de hojas deja el suelo resbaladizo.