«El turista pide una visita dinámica, datos históricos y alguna leyenda»

amelia ferreiroa LALÍN / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

CEDIDA

Los peregrinos, después de finalizar el Camino, apuestan por conocer mejor Compostela

24 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Enseñar a los turistas los mejores rincones de Santiago de Compostela, explicarles su vasta historia y curiosidades es el trabajo de la lalinense Ana Rodríguez Alves que, desde 2017, ejerce como guía turística Free Tour. Recorridos por la ciudad que se vieron también diezmados por esta situación sanitaria.

-Es guía turística en la modalidad Free Tour, ¿en qué consiste exactamente?

-Es una modalidad que surgió en Alemania en el año 2001 y, digamos que su característica más especial, radica en que en este tipo de visitas guiadas es el cliente el que decide el importe del tour al finalizar el mismo. No se trata en ningún caso de una propina ni de un donativo, sencillamente es el cliente el que considera y valora la experiencia vivida y paga en función de esa valoración personal. No existe un precio establecido. Al cliente se le ofrece libertad de decisión y esto se suele confundir muchas veces con visitas gratuitas y no es así. La traducción se enfoca más hacia visitas libres. En este tipo de negocio es bastante habitual que muchas empresas ofrezcan su nombre y plataforma, y que los guías sean autónomos. Afortunadamente, en mi caso, la empresa para la que trabajo no funciona de esa forma. Soy asalariada, con mis seguros, mis vacaciones y mis días libres...

-¿Centra sus visitas guiadas por Santiago?

-Si las visitas que llevo a cabo están centradas en el casco histórico de Santiago. Ofrecemos la ruta de la catedral y museo, del casco histórico y otras que son temáticas.

-¿Qué pide el turista en una visita guiada?

-Por mi experiencia de estos años puedo decirte que pide una visita que sea dinámica, que aportemos datos históricos pero también alguna historia o leyenda, y que no sea excesivamente larga. Las nuestras, por cierto, son de un máximo de dos horas. En resumen, el turista quiere vivir una experiencia educativa pero también divertida.

-¿Podemos hablar de un perfil tipo?

-Creo que se pueden dividir en varios perfiles. No nos podemos quedar con uno solamente. Tenemos por supuesto a los peregrinos que, después de acabar el Camino quieren realizar alguna ruta para conocer mejor la ciudad. En agosto suelen apuntarse muchas familias y el resto del año parejas. Los estudiantes últimamente también venían en procura de rutas temáticas... Digamos que nuestros clientes, en términos generales, son personas que vienen a pasar unos días a Galicia y aprovechan para visitar varias ciudades; entre ellas Santiago.

-¿La situación sanitaria les afectó de lleno al igual que a otros profesionales?

-Claro. Y mucho. Antes de la pandemia el ritmo de trabajo era muy bueno tanto en temporada alta, que va de marzo a octubre, como en los meses de verano. Desde que empecé a trabajar en este sector siempre pude vivir dedicándome exclusivamente a este trabajo. En agosto, por ejemplo, podría realizar unas 16 visitas semanales y en febrero unas ocho, siempre con días libres por semana. Ahora mismo estamos sujetos a una realidad muy incierta en el sector.

-¿Podría cuantificar el descenso que se produjo desde la entrada en vigor de medidas restrictivas?

-Cuantificarlo exactamente es difícil. Lo que está claro es que los tours han bajado una barbaridad. La última quincena de julio y agosto no fueron tan malos como esperábamos; hay que contar que podíamos llevar 24 personas en el grupo y desde septiembre solo nos permiten 9. Esto sumado al bajón fue un palo para el sector.

«Confiamos en el atractivo del Año Santo Xacobeo y que aumenten las visitas»

Las fechas navideñas son para muchos sectores un enorme espaldarazo económico. Para los guías turísticos también. Sin embargo a dos meses para su celebración las dudas prevalecen.

-El inicio del 2020 auguraba un futuro brillante. Teníamos bastantes visitas reservadas y semejaba un no parar hasta el Xacobeo. Llegó la pandemia y todo ha sido incierto. Confiamos mucho en el atractivo del Año Santo y que, a pesar del panorama actual, se incrementen las visitas. Contamos también que la mayoría, o todas, las obras de la catedral hayan finalizado para entonces. No nos queremos dejar llevar por el pesimismo y confiamos en que será un buen año y que se pueda ir retomando el ritmo normal de trabajo.

-El puente de noviembre trajo muchos visitantes a Galicia, ¿se notó en los tours?

-Fue terrible. Confinaron Madrid y estábamos con la limitación de 9 personas por grupo por lo que no trabajamos ni la mitad del año pasado. Hubo algo más de gente que a finales de septiembre e inicio de octubre, pero nada comparable a años atrás.

-Y cambió su forma de trabajar.

-Si. Restricciones, tener que llevar la mascarilla durante toda la visita resulta muy incómodo, pero te vas acostumbrando. Hemos tomado todas las medidas de seguridad necesarias e incluso incorporamos el pago telemático. Al acabar cada tour agradezco a la gente su asistencia, y que siga viajando. Los que nos dedicamos a este sector agradecemos que la gente opte por el turismo nacional y observé que más que temor, las personas tienen ganas de salir, conocer nuevos destinos y disfrutar.

-¿Hay intrusos en esta profesión?

-Hay gente que ofrece tours con unos beneficios económicos sin tener la habilitación de guía turístico.