La taxista atracada y secuestrada en Santiago: «Tirarme del coche fue lo más seguro»

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO DE COMPOSTELA

SANTIAGO CIUDAD

Parada de taxis en Santiago en la que se inició el suceso
Parada de taxis en Santiago en la que se inició el suceso sandra alonso

«Cuando me pusieron la navaja encima y me vi en una pista sin casas y oscura tuve miedo», asegura

21 oct 2020 . Actualizado a las 23:35 h.

Estaba avisada, porque los taxistas de Santiago han sufrido cinco atracos en las dos últimas semanas y sus compañeros le habían advertido e incluso dado la descripción del hombre que les tenía en jaque —alto y con el pelo ondulado—, pero lo que no se esperaba esta conductora es que además de atracada iba a verse secuestrada a punta de navaja. «Cuando me la pusieron encima y me vi que estaba en una pista sin ninguna casa alrededor y a oscuras sí que tuve miedo de que me hicieran cualquier cosa», asegura. Tanto, que en cuanto tuvo oportunidad reunió todo el valor del que era capaz y se tiró del coche en marcha. «Fue lo más seguro», añade.

La pesadilla que ha tenido que vivir esta taxista comenzó ayer a las 6.30 horas. Acababa de hacer el cambio de turno con su padre en el Hospital Clínico de Santiago y se cruzó con un hombre que respondía a la descripción que algunos de sus compañeros le habían hecho del atracador. «Le vi pasar y pensé ahí va el mangante», recuerda. Sin embargo, no sospechó de la pareja que le iba a hacer pasar uno de los peores ratos de su vida. «No sospeché de estos porque como él venía con una muleta y con una chica, pues pensé que eran unos que les acabarían de dar el alta en el hospital. A ver, no puedes desconfiar de todo el mundo porque nosotros llevamos de todo, desde borrachos a toxicómanos», señala.

«No sospeché de estos porque como él venía con una muleta y con una chica, pues pensé que eran unos que les acabarían de dar el alta en el hospital»

Cuando se subieron al coche, le indicaron que tomara dirección a Lestedo, en Boqueixón, porque iban en busca de su coche, que le hicieron ver que lo tenían aparcado en la explanada de una parrillada. Llegando a esta parroquia, afloraron las verdaderas intenciones de sus pasajeros. «Cuando llegamos a la parrillada y no vi ningún coche ya pensé que eran los atracadores y que a ver en qué acababa la historia», relata. En ese momento, el hombre sacó la navaja en la entrada de una pista. «Fue en una curva, en una zona en la que no había ni casas, ni farolas, ni gente y estaba todo oscuro», añade.

Comenzaron entonces a dar vueltas, porque ni los atracadores y secuestradores sabían dónde estaban ni tampoco ella. Le quitaron el dinero de la recaudación y los dos móviles que llevaba, el del trabajo y el personal, aunque el segundo logró convencerles para que se lo devolvieran con la excusa de que tenía fotos personales e iba a resetearlo. Pese a tener ya en sus manos el botín que buscaban, no la dejaron marchar porque estaban lejos del lugar al que querían ir. «Yo les dije que estaba muy nerviosa y que no podía conducir, pero les dio igual, aunque me dijeron que no me iba a pasar nada. Mi miedo era que se pusiera nervioso y me clavara la navaja ahí en medio de la nada, por eso yo quería tener un teléfono encima», afirma.

Tras algunas vueltas, volvieron a la carretera general, la N-525, y fue allí donde la taxista tomó la difícil decisión de tirarse en marcha del coche, algo que incluso había comentado que haría a sus compañeros si se veía en esa situación. Buscó un lugar en el que hubiera tránsito y, tras hacerle señales con el freno al camión que iba detrás, se lanzó al pensar que le había entendido, porque le dio luces. «Pero no, casi me atropella», recuerda.

Echó a correr y los perdió de vista, aunque su intención era que alguien la ayudara. Varios coches pasaron de largo «pero al tercero ya me puse en medio de la carretera y me dije que o paraba o me atropellaba», rememora. Fue lo primero. Los secuestradores tuvieron menos suerte y, según la taxista, acabaron detenidos por la Guardia Civil cuando intentaban robar otro coche a una familia en Lestedo. Un arresto que el instituto armado todavía no ha confirmado.