Dos zaragozanos meten en la maleta sus trajes de baturro y celebran El Pilar, y su «no boda», en Santiago

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

XOAN A. SOLER

Con la vestimenta regional, Pedro y Carolina depositaron un cachirulo en ofrenda a la virgen

13 oct 2020 . Actualizado a las 09:03 h.

Hace un año, el 12 de octubre del 2019, Pedro Aparicio le pidió matrimonio a su novia, Carolina Muñoz, en la ofrenda del Pilar. Estos dos zaragozanos, de Caspe y Sestrica —para ser más precisos—, cuentan que el covid se cruzó en sus planes nupciales y tuvieron que aplazar el enlace en dos ocasiones. Ayer, dicen, estuvieron de aniversario, el de su «no boda», coincidiendo con el día del Pilar, una fiesta muy especial que mamaron desde niños, como todo buen maño. Lo curioso es que la pareja la celebró en Compostela. Vestidos con su trajes de baturro, se pasearon por la ciudad y fueron a la Catedral para depositar, en la capilla del Pilar, un cachirulo en ofrenda a la Pilarica. «Llevamos varios años queriendo acercarnos a Santiago pero, por temas laborales, se había complicado hasta ahora», explican. Llegaron el viernes a las doce de la noche a la capital gallega, tras ocho horas de viaje en coche, para pasar el puente y visitar por primera vez la meca jacobea. Entre sus maletas, los trajes regionales y el cachirulo, que tiene su historia. «Hace unos meses, un familiar tuvo un problemilla de salud y el cachirulo que hemos depositado como ofrecimiento en la Catedral fue el que nos acompañó durante la estancia del hospital», señala Pedro, a quien se le ocurrió también la idea de vestirse de baturros por el casco histórico compostelano.

XOAN A. SOLER

Se le ocurrió corriendo, que lo por visto es cuando mejor ordena los archivos mentales. Y, cuando se lo propuso a ella, «no se negó». Aunque aseguran ser bastante tímidos, es para ellos una cuestión de tradición y no renunciaron a ella aún estando lejos de su tierra. Evidentemente, llamaban la atención: «Todo el mundo nos paró para hacer fotos. Nos gritaban: ‘¡Viva la virgen del Pilar!'. Incluso nos encontramos con otros zaragozanos y por el acento nos reconocimos al momento». Así fue su peculiar día del Pilar a más de 780 kilómetros de casa. Sin embargo, destacan, se sintieron como en ella: « La amabilidad de la gente de aquí y la tranquilidad que tienen y que transmiten, para todo, es espectacular». De no tener compromisos en Aragón se habrían quedado unos días más. En todo caso, se van con buen sabor de boca y no descartan volver.

Dibujando la historia

Cinco años estuvo Pedro Segade peleando por cumplir un sueño, publicar su primer cómic, y en cuestión de un par de meses ya tiene dos en el mercado. Tras Vivar, ha visto la luz Covadonga, una obra que ilustra el compostelano, con guion de Raúl Balen. Forma parte de una colección de la Cascaborra Ediciones, que lanza un tomo mensual de la serie Historia de España, en viñetas. «Sabíamos que la editorial busca gente para sacar un cómic al mes y nos ofrecimos. Empecé a trabajar en ello en diciembre del año pasado y ya está en las tiendas», dice satisfecho.La obra narra las gestas de Don Pelayo, cómo ganó una batalla crucial y llegó a ser rey. El ilustrador explica que para llevar a cabo este trabajo le tocó documentarse para recrear las vestimentas y enclaves históricos.

IRENE MARTIN

Cada vez más cerca

El grupo de Antiguos Alumnos de la USC sigue cubriendo los tramos del Camino de Invierno. El sábado, una quincena de peregrinos recorrió la ruta desde Arxeriz hasta Chantada, cruzando el Miño por el puente de Belesar. Todos ponderaron la senda y los paisajes fluviales y vitivinícolas, pero reconociendo la dificultad de la subida a San Pedro de Líncora de casi 4 kilómetros. La jornada finalizó con una animada comida en Os Pendellos, donde Fina Ramallal, en representación de los universitarios, obsequió al gerente del establecimiento hostelero, Roberto Iglesias, con un catálogo de la exposición promovida por Alumni USC sobre esta ruta jacobea y que se podrá ver de nuevo desde el próximo fin de semana en el Hotel Oca Puerta del Camino, que dirige Lalo Crespo. En el grupo compostelano también figuraba la chantadina Celia Yebra, afincada desde joven en la capital gallega.