Santiago pone el foco de la lucha contra el covid en las fiestas nocturnas tras desalojar 28 pisos en una sola noche

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO DE COMPOSTELA

SANTIAGO CIUDAD

Un policía local de Santiago, en una foto de archivo, realizando una de las rondas que se hacen cada día para controlar el cumplimiento de las normas covid en las terrazas y locales
Un policía local de Santiago, en una foto de archivo, realizando una de las rondas que se hacen cada día para controlar el cumplimiento de las normas covid en las terrazas y locales Sandra Alonso

El concejal de Seguridade Cidadá pide responsabilidad a los jóvenes y les advierte: «Van a tener que echar el freno de mano»

28 sep 2020 . Actualizado a las 22:43 h.

Con la segunda ola del coronavirus agradándose cada día sobre nuestras cabezas y las listas de concellos con restricciones sumando efectivos cada semana —Santiago es uno de ellos—, hay quienes no parecen haber comprendido lo desesperada que es la situación. Y aunque no son solo los jóvenes los que se saltan las normas, lo cierto es que la apertura de las aulas en la universidad ha traído de la mano la cada vez mayor proliferación de fiestas nocturnas pese a que las reuniones de más de diez personas están prohibidas. La gota que ha colmado el vaso ha sido la primera noche de jueves a viernes —la de mayor movida en la ciudad— del curso, en la que la Policía Local tuvo que desalojar nada menos que 28 pisos, la mayoría de ellos en el Ensanche. Un desmadre que desde el Concello van a combatir con más operativos de estas características, aunque el concejal de Seguridade Cidadá, Gonzalo Muíños (PSdeG-PSOE), tiene claro que lo único que surtirá verdadero efecto es que los jóvenes se conciencien. «Van a tener que echar el freno de mano y controlarse», les advierte.

El edil defiende la actuación del Concello para intentar frenar los brotes de coronavirus en la ciudad. «Debemos poner todos los medios y creo que se están poniendo. La Policía Local va a seguir con operativos específicos contra las fiestas nocturnas, pero ahora es el momento de la responsabilidad personal. Y no estamos hablando de niños, sino de jóvenes que van a ser nuestros abogados, enfermeros, médicos o arquitectos. Es su propio futuro el que se están jugando, además de poner en riesgo a sus familias, a sus novios y novias y a sus amigos», señaló indignado.

«Es su propio futuro el que se están jugando, además de poner en riesgo a sus familias, a sus novios y novias y a sus amigos»

El operativo policial de la madrugada del jueves al viernes comenzó a las 00.30 horas y se prolongó hasta más allá de las seis. Los agentes fueron acudiendo a los pisos en los que iban teniendo constancia de que se estaban celebrando fiestas, aunque no se puede actuar contra ellas por normativa covid, sino por incumplir la ordenanza de ruidos. Una limitación que dificulta aún más el que se pueda atajar este problema. «No solo nos están poniendo en peligro a todos —añade Muíños en relación a los jóvenes—, es que tienen que ver que aquí han cerrado empresas, que hay gente en ERTE o sin cobrar y que es que a lo mejor los padres de estos que van a las fiestas las pasan canutas porque con el coronavirus no tienen trabajo y se aprietan el cinturón para que sus hijos estudien en Santiago».

El alcalde, el socialista Xosé Sánchez Bugallo, también se refirió ayer al problema de las fiestas nocturnas y puso de manifiesto que de nada sirven las estrictas medidas preventivas que se están aplicando en los centros de estudio «se logo o saír o tiramos todo pola borda».

Una semana que preocupa: Multas a 63 viviendas y a 37 personas por no llevar mascarilla

Los 28 pisos que fueron desalojados en Santiago en la madrugada del jueves al viernes no son una casualidad. Son el colofón de una semana que ya permitía imaginar una situación tan grave en la noche que históricamente congrega a más jóvenes en la ciudad. Y es que desde el viernes de la semana pasada son 63 las viviendas que han recibido la visita nocturna de los agentes de la Policía Local porque en ellas se estaban llevando a cabo reuniones que, además de incumplir la normativa covid, también atentaban contra la ordenanza que regula el exceso de ruidos.

El fin de semana pasada fueron veinte los pisos desalojados, diez el viernes y otros tantos el sábado. Tras el descanso del domingo, los jóvenes volvieron a la carga el lunes y el martes, con tres pisos desalojados en cada uno de esos días. En la madrugada del miércoles al jueves esa cifra ascendió a siete.

En esa misma semana se dispersaron cerca de diez botellones en puntos como la calle Caramoniña, el parque Xixón, Xoán XXIII, Galeras, la Finca do Espiño o Santa Susana. Además, la Policía Local compostelana también ha tenido mucho trabajo esta semana controlando locales de hostelería, vigilando el cumplimiento de las normas en las terrazas y también sancionando a aquellos que sorprendentemente siguen sin llevar mascarilla en los espacios públicos. Desde el pasado viernes son nada menos que 37, de los que 19 corresponden al día 18, 14 al 23 y dos los días 19 y 20.