Santiago se vuelca con la familia Cepeda

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO DE COMPOSTELA

SANTIAGO CIUDAD

CEDIDA

Las flores llenaron la verja del ultramarinos de la plaza de Cervantes, que ayer volvió a abrir sus puertas tras el trágico fallecimiento de un nieto del propietario

06 oct 2020 . Actualizado a las 12:35 h.

La tragedia por la que atraviesa la familia Cepeda ha generado una inmensa ola de solidaridad y cariño en Santiago con múltiples muestras del enorme pesar colectivo que ha supuesto la muerte con solo tres años de edad de uno de los nietos del propietario del ultramarinos que lleva su apellido en la plaza de Cervantes. El niño falleció el pasado lunes asfixiado por su tío, Santiago Cepeda Quintela, de 39 años, que todo apunta a que en ese momento sufrió un brote psicótico. Un drama que ha cubierto de dolor a una ciudad que ese mismo día recordaba otro de sus episodios más tristes, el asesinato hace siete años de otra niña Asunta, de 12 años, a manos de sus padres adoptivos, Rosario Porto y Alfonso Basterra.

Ultramarinos Cepeda, uno de los comercios históricos de la zona monumental santiaguesa, estuvo cerrado el martes y el miércoles y en esos días fueron decenas los compostelanos que se acercaron de forma espontánea para colocar flores en la verja del establecimiento. La tienda, no obstante, abrió ayer de nuevo al público, lo que obligó a retirar esas muestras de cariño dirigidas a toda la familia, pero de forma muy especial al pequeño fallecido de una manera tan triste.

Los mensajes de afecto y condolencia han llegado también desde el colegio al que van las hermanas del niño y a través de los muchísimos amigos, conocidos y clientes de esta familia, tan querida en la ciudad. También la Asociación de Comerciantes Compostela Monumental quiso arroparles y al día siguiente del terrible suceso emitió un comunicado en el que les trasladaban su «más sentido pésame a familiares, amigos y trabajadores de Ultramarinos Cepeda, en estos momentos tan duros» por la pérdida «irreparable y muy sentida por nosotros» del pequeño.

El mensaje iba especialmente dirigido al propietario de Ultramarinos Cepeda, José Luis Cepeda, pero también para los padres del niño fallecido, Celia Cepeda, que tiene su clínica podológica junto al negocio de su padre, y Marcos López, que trabaja en el Hospital Clínico.

La noticia también ha dejado consternados a los muchos amigos y compañeros de estudios que dejó en la ciudad Santiago Cepeda, que solo tienen buenos recuerdos de él. Tras completar sus estudios, obtuvo plaza de profesor en Almería y allí vivía hasta que regresó a Compostela. Arrastraba problemas psiquiátricos, pero nada que hiciera pensar en un desenlace tan terrible.